lunes, 4 de mayo de 2009

JOSÉ MARÍA ARROYO ARROYO
(Zamora, España, 25-2-1929 / Iquitos, Perú, 28-4-2009)


- Nació en la ciudad de Zamora, España, a orillas del río Duero.

- Sacerdote agustino que llegó a Iquitos en 1954, donde pasó el resto de su vida ejerciendo el ministerio sacerdotal por cincuenta largos años ininterrumpidos y
con una entrega permanente al pueblo loretano.

- Su labor se extendió y diversificó en campos distintos, con actividades complementarias: la parroquia, el culto, la liturgia, la catequesis, la enseñanza, la educación, la cultura, etc., dejando en todos ellos su huella y entregándose a sus quehaceres con un peculiar estilo.

- Su sacerdocio lo comenzó en el conocido barrio de Fátima. Ahí, junto al padre David Araujo luchó con empeñó y ahínco para levantar un templo digno para
sustituir un viejo galpón.

- En enero de 1955 realizó labor misionera por el río Nanay y sus afluentes, recorriéndolos a golpe de remo.

- Posteriormente fue destacado a la parroquia Santo Cristo de Bagazán para efectuar labores de ayuda al párroco. Fue ahí donde se abrió su trabajo sacerdotal hacia actividades de enseñanza religiosa, capellanía hospitalaria, intervenciones radiofónicas, radio teatro y periodismo escrito.

- Luego pasó a trabajar como vicario cooperador en la parroquia San Juan Bautista y a impartir clases en la Gran Unidad Escolar Mariscal Óscar R. Benavides. Asimismo, acrecentó su labor periodística.

- Pero donde estaba muy a gusto fue en su faceta de educador, en particular en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, de la que fue uno de sus fundadores y docente en las especialidades de Gramática, Composición y Literatura Castellana, en la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades. En la Universidad estuvo treinta años, periodo en el cual fue escalonando puestos hasta llegar al Consejo Universitario y desde donde alcanzó el cargo de vicerrector de la UNAP, actuando en la práctica por muchas circunstancias, como rector. Por su gran trayectoria fue reconocido como profesor emérito.

- Cuando desarrollaba sus asignaturas en la UNAP, asistían además de los alumnos regulares, otros que sin estar matriculados tenían el interés de escuchar sus sugestivos análisis, sus comentarios documentados, sus anécdotas y sus ocurrencias. Por lo general, sus clases se llevaban a cabo en aulas con gran concurrencia.

- Estuvo siempre llano a dar un consejo acertado y un razonamiento valioso. Era consultado inclusive por académicos de diversos lugares del mundo. Fue un gran estudioso de las variaciones lingüísticas y semánticas del habla loretana, temas sobre los cuales escribió artículos y ensayos.

- Realizó labor periodística en diversos medios radiales y escritos. Colaboró desde sus inicios con la revista Kanatari a través de su columna A vuelo de ronsapa, donde abordaba temas interesantes de todo el mundo. Fue actor fundamental en la organización de la Federación de Periodistas de Iquitos, de la que también alcanzó a ser su presidente. Como periodista era exhaustivo, variado, objetivo y actual; con gran capacidad de síntesis e interpretación. Irreverente intelectualmente, con ideas claras y lucidez crítica.

- Además de conocer lenguas clásicas: latín, griego y hebreo, tenía un buen dominio del inglés y del francés. Era un hombre culto y a veces informal, amplio conocedor de temas vinculados a la cultura, la política, la economía, la historia, entre otros. Gran conversador y amante del cine y la televisión.

- Murió en Iquitos, Perú, a la edad de 80 años, luego de una penosa enfermedad.
Suplemento Revista Kanatari

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