martes, 15 de septiembre de 2020

Taller de Cine Vivencial Amazónico se realizará en territorio awajún de la región San Martín

Versión online tiene abiertas las inscripciones para participar en el taller del 28 de setiembre al 9 de octubre.





La Escuela de Cine Amazónico convoca al taller de Cine Vivencial Amazónico en su versión en online o en línea que se realizará del 28 de setiembre al 9 de octubre del 2020, en territorio awajún, en las selvas del Alto Mayo, en el departamento de San Martín. 

 La convocatoria esta abierta hasta el viernes 18 de setiembre a las 5:00 p. m. y está dirigida a jóvenes realizadores nacionales y del extranjero. Todos los seleccionados awajún y del departamento de San Martín participarán sin costo.

 Este taller "a distancia" estrenará una Nueva forma de hacer talleres, empleando creativamente los teléfonos celulares y las redes sociales, generando un espacio virtual de diálogo, creación, producción y difusión de cortometrajes producidos por jóvenes realizadores amazónicos, indígenas y no indígenas.

 El Perú vive momentos difíciles, la vida cotidiana, tal y como la conocíamos, ha cambiado radicalmente a causa de la pandemia. Las comunidades indígenas amazónicas, lugares fuertemente golpeados por esta crisis no son la excepción, sus habitantes quieren seguir visibilizando sus historias    -aún en este contexto- y los jóvenes realizadores amazónicos y amazonistas quieren apoyar en esa tarea.

https://youtu.be/qPE97qa5PGs

viernes, 10 de abril de 2020

Falleció Jorge Gasché, investigador social e hijo predilecto de Iquitos

Servindi, 9 de abril, 2020

La mañana del 9 de abril, a las 6 de la mañana, falleció el reconocido antropólogo y lingüista Jorge Gasché. Nacido en Suiza, era considerado un hijo predilecto de la ciudad.

Jorge Gasché fue importante investigador social que ayudó al entendimiento y aplicación de la sabiduría ancestral amazónica para lograr una sociedad sostenible y libre de dogmas hipócritas.

El autor del libro “Sociedad Bosquesina”, trabajó por más de cuarenta años en Iquitos para construir su teoría social sobre el “retorno a la maloca” de los pueblos indígenas actuales.

Gasche creía que la armoniosa vida de las comunidades indígenas en el “monte” era la respuesta para esta sociedad consumista y consumida por los nuevos paradigmas del hombre moderno.


¿Quién es Jorge Gasché?

Jorge Gasché nació en Suiza (1940), estudió en París desde 1960 y empieza su trabajo en la Amazonía peruana hacia 1970, en Iquitos, donde fija su residencia definitiva y produce toda su obra a partir de 1980.

Perteneció al Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS). Asimismo fue investigador y asesor de la dirección del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP).

Poseedor de un impresionante “don de lenguas”, aparte de su lengua materna el alemán, Jürg hablaba y leía francés, español, inglés, ruso, y huitoto; además de leer italiano, portugués, polaco; y haber estudiado latín, griego, hebreo, secoya, y bora.

Su experiencia profesional de investigación y aplicación práctica, lo llevó por campos como la lingüística descriptiva de lenguas amerindias, así como por la sico- y socio-lingüística, el cine etnográfico, la etno-ecología y etno-ciencias, lo mismo que el etno- y eco-desarrollo.

En su devenir profesional cooperó apoyando el trabajo organizativo con organizaciones indígenas amazónicas, lo cual le permitió participar en gestiones para la titulación de los territorios las comunidades indígenas.

Asesoró a diversas instituciones y realizó la evaluación de innumerables proyectos, investigaciones y programas. La lista de textos producidos por J. Gasché ocuparían una decena de páginas, lo mismo el capítulo de su participación en proyectos académicos y misiones científicas.

Jorge Gasché fue fundador, director, docente y diseñador curricular del Programa de Formación de Maestros Interculturales y Bilingües de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y del Instituto Superior Pedagógico Loreto en Iquitos, de 1985-1997.

También formador de maestros indígenas con la Unión de la Nueva Educación para México (UNEM) en San Cristóbal, Chiapas, y con el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (México), desde 1997-2006.

Estudió los principios epistemológicos, éticos y políticos que deben sustentar la educación indígena intercultural y contribuyó a formular un planteamiento sobre “educación intercultural para todos” que se inspira de la experiencia educativa y formativa en el medio indígena.

A partir de 1997 emprendió una labor crítica de los proyectos de desarrollo, transfiriendo los principios de la pedagogía intercultural a esta clase de proyectos, y ampliando su marco teórico interpretativo hacia el concepto de “sociedad bosquesina” que abarca la población rural amazónica, sea indígena o mestiza/ribereña.


Maestro, colega, amigo...


Richard Manuel Soria ex alumno de Formabiap recuerda a Jorge Gashé como un maestro ejemplar y de ese tipo de personajes que nunca mueren porque siempre estarán en la memoria de los pueblos y de la gente que lo quiere mucho.

Fernando García Rivera, del Formabiap, comparte en cuenta de Facebook una fotografía de 1997 con Jorge Gashé, a quién reconoce como "maestro, colega y amigo".



La foto era cuando la oficina de docentes de Formabiap estaba en la Av. Ejército, en Iquitos, y en la pared se aprecian las primeras versiones de las cosmovisiones indígenas elaboradas por los especialistas indígenas "que ahora decimos sabios".

Las cosmovisiones más acabadas y mejoradas formarían parte de la extraordinaria publicación El Ojo Verde, una verdadera joya del Programa Formabiap publicada con el apoyo de la Fundación Telefonica.


"Hoy que te fuiste a Qurpuna Wasi, que según mis abuelos es el mundo de las almas que siguen viviendo para unay, te mando esta foto cuando estabas en la plenitud de tus pensamientos y tu mapacho entre los dedos. Mambea tu coca, fuma tus mapachos, conversa con los sabios como tú que deben estar contentos con tu llegada. Tupananchikkama, Jorge.Fernando García Rivera"

Sin duda, una lamentable perdida para el mundo de las ciencias sociales y los pueblos indígenas de la Amazonía. Sin embargo, son sus obras las que inmortalizarán al reconocido crítico e investigador.
Algunos artículos y referencias publicadas en Servindi

Estado neoliberal. Relaciones con la sociedad bosquesina y educación intercultural indígena

Video: La Agricultura Secoya

Perú: Identidad bosquesina "desarrollo propio" e "identidad"

Latinoamérica: Publican libro sobre diplomado para maestros indígenas

domingo, 15 de marzo de 2020

La Amazonia imaginada por Mario Vargas LLosa


‘El hablador’ de Mario Vargas Llosa


‘El hablador’ (1987) guarda detrás de sí una historia muy profunda y única, que revela la fascinación del narrador –Mario Vargas Llosa en su época de estudiante sanmarquino- por la cultura amazónica, en especial de un personaje, conocido entre los machiguengas como ‘el hablador’, un hombre que, al estilo de los antiguos trovadores, va de pueblo en pueblo, de aldea a aldea, contando el origen del mundo, las leyendas, la eterna lucha entre el bien y el mal –entre Tasurinchi y Kientibakori-, las peripecias y acciones heroicas de los antiguos hombres, las creencias, estableciendo así lazos de confraternidad entre comunidades alejadas de machiguengas y manteniendo viva una práctica ancestral.

Blog de Marco Gamarra Galindo

http://blog.pucp.edu.pe/blog/labibliotecamarquense/2011/07/25/el-hablador-de-mario-vargas-llosa/

25/07/11



VARGAS LLOSA Y LA AMAZONÍA: LIBROS PARA RECORDAR SU RELACIÓN CON LA SELVA



La Casa Verde (1967). 

"Uno de los personajes predominantes de La Casa Verde es la selva. Esa selva que se devora a Fushia, personajes del libro"...

Aún sorprende el hecho de que Vargas Llosa pudiera haber creado, con tan sólo un viaje a la zona, un fresco tan notable del infierno verde de Santa María de Nieva, del leprosorio de San Pablo, de los detalles coloquiales y materiales de la época.

Pantaleón y las visitadoras (1973),  trasciende el humor y la anécdota y explica, a través de un oficial del Ejército que por circunstancias de la vida se convierte en el más grande proxeneta de los ríos selváticos, los variados mecanismos de una sociedad aún en ese entonces apacible y pacata. La novela hace una de las mejores descripción urbana de la ciudad de Iquitos que se haya escrito en la literatura contemporánea.

A través de sus páginas, reconocemos estampas de una época, maliciosa e ingenua al mismo tiempo, potenciadas por el humor y caricaturizadas para expresar el carácter lúdico de una dinámica que se extiende y se ha extendido por tiempos remotos.







El sueño del Celta (2010) es uno de los libros más comprometidos de Vargas Llosa con el contexto. Porque rastrear la vida de Roger Casement es también referirse a uno de los protagonistas de una de las denuncias más brutales contra todo un sistema de explotación y crimen, rayando con el genocidio, que se cometieron contra miles de indígenas en la cuenca del Putumayo a principios del siglo XX.

La historia parece haber reivindicado la figura de Casement y su gran trabajo de mostrar los horrores de la codicia y el poder absoluto en medio de la profunda Amazonía. El hecho de que la novela de nuestro Premio Nobel exponga estos momentos es, en el fondo, también una forma de recordar no sólo con ira, sino también con serenidad y justicia el pasado. En ese sentido, la literatura en Vargas Llosa ha sido y es fuego, es decir inconformismo y rebelión.


Por Paco Vardales en Utero Pe

28 MARZO 2016



Retornar a La Bodega Amazónica
Página de inicio

miércoles, 13 de noviembre de 2019

"Yo soy Ayahuasca".




Este jueves 14 a las 7:00 p.m. 
presentan el libro de Jorge González Ramírez 
"Yo soy Ayahuasca". 

Están cordialmente invitados. El ingreso es libre.

viernes, 25 de octubre de 2019

Relatos bordados del pueblo shipibo



Conferencia

RELATOS BORDADOS DEL PUEBLO SHIPIBO
Creaciones textiles por niños y niñas shipibo de la Amazonía peruana
 Pilar Godoy Cortez, artista textil, integrante del colectivo Nido Textil - Cooperativa de Oficio

30 octubre
6:30 pm

Trabajo previo

sábado, 12 de octubre de 2019

Huellas ecológicas en la escritura de la Amazonía IV: Gerald Rodríguez Noriega

Porque es importante desde la recreación literaria generar conciencia de lo que ha [sucedido] o está sucediendo en esta parte del país.

Gerald Rodríguez Noriega (Iquitos). Es profesor de educación secundaria y escritor. Ha publicado los siguientes libros:


La tierra sin mal. (Poemario). Editorial, Tierra Nueva: Iquitos, 2010.
Llena de luna (Cuentos). Editorial, Tierra Nueva: Iquitos, 2014.
El libro del otro reino (Poemario). Editorial, Tierra Nueva: Iquitos, 2017.
La casa de las fronteras (novela). Editorial Tierra Nueva: Iquitos, 2019.
El último peregrino (Poemario). Libro terminado
La pasión de Hespurus (Poemario). Libro terminado
Azul dimensión del hielo (Poemario). Libro en proceso
Distante eterno (Cuentos). Libro terminado
El país de los errantes (Novela). Novela en proceso


1) ¿Cómo confrontas en tu escritura tu relación con la Amazonía?
La Amazonía es siempre un punto de partida, protagonista de mis libros, la razón que me lleva a escribir. Todo lo que sucede y sucedió en ella me preocupa, me intriga, me inspira y busco desde esa perspectiva entablar un tema para recrear, colocando el tema amazónico y su relación con el hombre amazónico en circunstancia que pueda generar el debate a partir de la recreación. Desde mi primer libro de poesía “La tierra con Mal” (poemario), he intentado, no explicar ni entender la Amazonía y al hombre amazónico, sino ser una voz que hablase por ellos desde un punto: su relación con la modernidad y el mundo que lo rodea. Es muy complicado para el hombre amazónico entender al resto del mundo, porque el mundo de afuera no entiende la Amazonia como lo entiende él, por eso sus voces son ocultas en la confusión de un mundo que avanza, que cuando se siente amenazado, reacciona, se agrupa, se organiza y sale en defensa de lo que él tanto ha preservado. En mi segundo libro “Llena de luna”, (cuentos), el problema del hombre amazónico urbano y el hombre amazónico de la ruralidad, se encuentran en situaciones que el segundo no entiende al primero. Ambos son amazónicos y en el libro se manifiesta sus problemas, cada uno con sus formas de ver la vida, cada uno desde la occidentalización o desde su cosmovisión, pierden o ganan bajo un sistema que les lleva al enfrentamiento y a la incomunicación, haciendo difícil la convivencia de uno y del otro. En otro libro “El libro del otro reino” (poesía), es la voz de un chamán que poetiza la historia de la Amazonia, hasta una visión en el futuro, de lo que sería de la Amazonia, si es que sigue el descuido a su preservación de sus bosques y sus miles de especies. Es la voz del indígena que canta respecto al entorno que ha venido y viene amenazando a la Amazonía, a su hombre, a su cultura, a su futuro. En mi primera novela “La casa de las fronteras”, nuevamente la Amazonía tiene un papel principal desde diferentes aspectos: sociales, políticas, culturales, enlazados con Lima. Ambientada en los años 1920, la novela muestra una pequeña parte de la realidad amazónica vista desde la mujer indígena, el empresariado, los políticos, los extranjeros, los militares y el propio indígena que se occidentaliza como buscando rechazar su condición que siente que lo condena. Entonces, la Amazonía siempre ha estado presente en mis obras desde diferentes puntos de vista, observada y recreada desde la visión de los diferentes elementos que se involucran en ella, los mismos que algunas veces amenazan su preservación y existencia. Es necesario identificar cuáles son esos elementos, por eso me dedico a escribir desde y sobre la Amazonía, porque es importante desde la recreación literaria generar conciencia de lo que ha [estado] o está sucediendo en esta parte del país.

2) ¿Qué piensas de la Amazonía cuando escribes sobre ella? ¿Cómo la representas en tu trabajo creativo?
Ya dije antes, todo lo que sucede en ella, o lo que haya sucedido, me preocupa, me intriga, me fastidia, me molesta, me alegra; gozo, analizo, investigo; vivo de sus mitos, como me interesa sus orígenes, quienes hicieron posible su preservación, quienes lo han occidentalizado, quiénes fueron los que han amenazado y han manchado las páginas de su historia con sangre. Lo que pienso de ella es en qué medida fue o es violentada, amenazada, combinada a ella su cosmovisión, para entenderla desde ese modo, intentando recrear una literatura amazónica que revele una realidad como una magia. La Amazonía no debe ser vista como una simple descripción exótica, la Amazonía cuenta con una historia y con un sin número de amenazas grabadas en la piel de cada generación de hombres amazónicos, que nadie quiere recordar o quiere aceptar. Somos amazónicos, lo mínimo que podemos hacer es al menos, sino queremos entendernos o comprendernos, aceptarnos y no permitir que sigan violentando contra el hombre y la Amazonía y la literatura debe cumplir no quizás ese rol o función, sino esa mínima intención desde su arte, no dándole una funcionalidad al arte que vaya más allá que de su gozo estético y nazca de allí la reflexión.
La represento en mi trabajo creativo, no buscando una funcionalidad en la literatura, sería un atropello contra el arte, al menos eso es lo que pienso, sino que de las amenazas de la Amazonía y sus problemas, sus mitos y la condición del hombre amazónico, genere en el lector algún tipo de gozo estético y que del propio lector nazca su reflexión, su comprensión social, histórica, sociológica, psicológica, o cualquier tipo de reflexión a la que quiera someterlo, porque el lector es libre, pero tendrá en mis libros una Amazonía que viene agonizando por ciertos poderes que han venido dominándola desde diferentes aspectos, y que su liberación está en manos desde el propio lector, quien sea, se convierte en responsable desde el momento que le genere una acción, un malestar, una conclusión, un sentimiento o una reacción, de actuar en favor de ella.


3) ¿Qué libros o artefactos de arte (cine, fotografía, pintura, teatro, etc.) influyen en tu trabajo sobre la Amazonía?
En realidad, desde un primer momento, son los libros clásicos mis primeras lecturas antes de escribir, como quien intentando entender o gozar del mundo a través de los libros, como también ver las “armas secretas” con que se ha forjado esa literatura. Desde la poesía griega y romana, la novela inglesa, norteamericana, francesa irlandesa, el cuento argentino, el teatro isabelino; Cervantes, Dickens, Faulkner, Pessoa, Rimbaud, Cortázar, Mario Vargas Llosa, Gabo, etc., son mínimos los autores por donde siempre alcanzo a dar una vuelta sobre sus obras, para tratar de definir una cuestión de forma y lenguaje para un proyecto que intento emprender. Después viene la otra parte de mi “calentamiento” como escritor: buscar información sobre el tema amazónico de la cual intento recrear. Ahí voy desde las crónicas españolas, libros de ensayo, novelas, periódicos de épocas pasadas, investigaciones en otros países sobre la Amazonía. Salido de eso y después de algunos cuadernillos llenos con apuntes, busco en la literatura amazónica acercarme al tema, y ahí sí el tema es más complicado. ¿Cómo gozar de una buena poesía en la Amazonía fuera de la poesía de Germán Lequerica, Carlos Reyes, Percy Vílchez, Ana Varela? A excepción de Cesar Calvo Soriano y Javier Dávila, otro tipo de literatura poco llena mi perspectiva. Lo mismo me pasa con la novela, ensayo o crónicas periodísticas, y si tengo a quien citar es a Miguel Donayre, que sus novelas y sus ensayos de investigación cauchera me han sido de mucha ayuda, como la de Percy Vílchez, Ovidio Lagos, Frederica Barclay, Santos Granero, Alberto Chirif, Jurg Gasche, entre algunos cuantos más que no recuerdo. Tomando en cuenta a estos autores a quienes debo mucho de lo que logré en mi trabajo, durante la producción, me gusta siempre descansar mirando los cuadros de Gino Cecarelli, o sino leyendo la poesía del grupo Urcututu, ambos me conectan con el arte y la literatura, asociando a mis recuerdos por los diferentes puntos de la Amazonía. Ahora que estoy trabajando en una próxima novela, me entretengo también bastante tiempo mirando “Álbum de fotografías: viaje de la comisión consular al río Putumayo y afluentes. Agosto a Octubre de 1912” editado por Tierra Nueva, CAAP y otros. Es un libro que me ayuda a entender una parte de la Amazonía desde la intención patrañezca que tuvo Arana para intentar mentir al mundo entero respecto a los crímenes, esclavitud y otras vejaciones que se estaban perpetuando en sus terrenos, en manos de sus capataces. Como te darás cuenta, la producción, mi producción literaria, implica un largo proceso, agónico muchas veces por la escasa información sobre temas amazónicos, es un proceso que implica valerse de todo aquel material que sirva para tu obra. He pasado, en pocas temporadas en Lima, muchas horas en la Biblioteca Nacional, la biblioteca del Centro estudios amazónicos CETA, Biblioteca municipal de Maynas y es casi el 1% de información que encuentras para poder reconstruir la historia de la Amazonía, dejando el trabajo de deducción al escritor, que es donde empieza el tormento. Es ahí donde pinturas, fotografías, cualquier documento que hable de la época que investigas es de mucha importancia para lograr entender que tu deducción va acertando y con ella la reconstrucción de algo que se creía olvidado.


4) En tu trabajo literario, ¿Cuál es tu visión futura de la Amazonía? ¿Un espacio nacional, transnacional? ¿Cómo se puede percibir esta visión en la literatura peruana actual?
La Amazonía, en un futuro, en la medida que vamos, no será más que un desierto. Es desmedida la proporción con que se aprovechan las empresas privadas de la selva amazónica, de la forma salvaje con que se contaminan los ríos, con la forma más burda con que se pretende criminalizar la protestas hechas por los pueblos indígenas, y son pocas las buenas intenciones las que hacen algo. La preservación es de algunas asociaciones y de los que se sirven en poca medida de ella: los pueblos originarios. Si el gobierno no hace nada para preservar la selva, los recursos, los pueblos amazónicos, la cultura amazónica, nuestro pasado que está en esas venas ocultas en la selva, que terminará ni siquiera en un bonito recuerdo, porque tal vez ni el futuro se recuerde a la Amazonía. Si nosotros no hacemos nada desde cualquier manifestación artística, política, social, cultural para crear conciencia, nada habrá sido nuestra existencia, nada habrá sido la Amazonía. En un trabajo inédito que tengo (El último peregrino – poemario), plasmo en todo el libro este futuro amazónico, cantado desde la reflexión de un último peregrino que va andando por el mundo lamentándose del gran vacío mundial, hasta que llega a una parte donde se ha conservado, de toda la gran guerra, un pedazo de selva gracias a los hombres amazónicos. Y como en la misma realidad, es el hombre amazónico el que pelea todos los días por preservar la Amazonía. Siendo solo una magia o hechicería, desde la ficción, la que haría posible que la selva se pudiera preservar, lejos de las calamidades humanas, en el poemario es solo ficción.
En lo nacional, la Amazonía es vista como la parte del Perú que sirve para extraer hidrocarburos, que no sirve para otra cosa más que para incrementar el PBI, para favorecer a las empresas extranjeras, para regalar nuestro recursos, y con ello desaparecer los pueblos indígenas porque siempre han sido visto, históricamente, como seres “incómodos” para el desarrollo y progreso del país. Tenemos un Ministerio de cultura que hasta ahora no ha fomentado ningún proyecto de ley que favorezca en favor de la cultura que tenga que ver con la Amazonía. Desde el ámbito nacional o transnacional, no he proyectado un trabajo que hable de un futuro amazónico, todavía, porque he tratado de recrear, desde esta visión nacional y transnacional, como es vista la Amazonía desde un pasado y un presente, que me imagino que no será diferente en un futuro.
En el ámbito nacional, no existe una visión sobre la Amazonía. Si revisamos los libros que mi generación y las otras, están publicando, el tema amazónico no se conecta, ni conjugan sus temas con lo amazónico. Desde la visión limeña o regional, los temas se centran en banales, temas familiares, individualistas, existencialistas, no existe una visión en estas literaturas del país, ni mucho menos de la Amazonía, solo los que escribimos desde la Amazonía lo consideramos como un tema central. Existe en la literatura nacional una indiferencia al tema, a excepción de lo que ya se ha hecho con Mario Vargas Llosa entre algunos más. Alguna vez, por los patios de la Universidad San Marcos, pregunté a Miguel Gutiérrez ¿por qué su novela “La violencia del tiempo”, una novela que tiene coraje y que pudo haber sido la gran novela peruana, no tocaba temas amazónicos?, cuando me dijo: “no conozco nada sobre ella, y tampoco podía encajar en la novela. Si hubiera hecho algo de eso, hubiera terminado haciendo la segunda parte de “La casa verde”.
Nota de los editores: Las entrevistas publicadas en este medio cuentan con la autorización de los autores y autoras para su difusión y no tienen fin de lucro.


https://notasdenavegacion.wordpress.com/2019/09/11/huellas-ecologicas-en-la-escritura-de-la-amazonia/

Publicado: octubre 9, 2019 en Uncategorized

viernes, 4 de octubre de 2019

Huellas ecológicas en la escritura de la Amazonía III: Rafo Díaz

La memoria colectiva es sagrada, me apasiona ser el cordón umbilical que alimenta el mundo real con la fantasía y el sueño


Rafo Díaz (Iquitos–Perú. Marzo, 1971) Artista autodidacta y exintegrante del grupo de Teatro Alternativo Ikaro Teatro-Perú. Formado en el Arte de Contar historias en el taller del filósofo francés, François Vallaeys.

Miembro coordinador de la Red Internacional de Contadores de Historias, ha sido constantemente invitado a participar en fórums, ferias de libro, festivales de teatro y narración oral en América Latina, Europa y África. 

Autor de catorce libros de cuentos en idiomas: español, portugués, inglés, así como en las lenguas tribales changana y macua que pertenecen al país africano de Mozambique. En el año 1996, junto a otros artistas fundó “La Restinga”, organización sin fines de lucro que trabaja con niños trabajadores de la calle en su ciudad natal, Iquitos. 

Ha residido en África por once años, entre Camerún y Mozambique; lugares en donde ha desarrollado proyectos de recopilación de historias tradicionales, creación de libros, programas de teatro y narración oral con las siguientes organizaciones: UNICEF Mozambique, Médicos Sin Fronteras-Suiza, Facultad de Ciencias y Letras de la Universidad Eduardo Mondlane de Mozambique, Agencia de Cooperación Española, Centro Cultural Franco Mozambicano, Embajada de España en Mozambique, Escuela Portuguesa de Mozambique, Fundación Fernando Leite Couto, ONG Progetto Mondo Mlal – Italia, Associação “Livro Aberto”.

Proyectos inéditos
Cuentos de misterio + una pieza de teatro pervertido. Proyecto de cuentos.
El dragón de punta de oro. Proyecto de cuento.
La rebelión de los chullachaquis. Proyecto de novela corta.

Publicaciones
O coração apaixonado do baobá. Idioma portugués. Editora Gato Bravo. Portugal 2018.
O fogo e a migração dos passaros de cores. Idioma portugués, inglés, macua. Alcance editores, Mozambique 2015.
A riqueça de ser diferente. Idioma portugués. Alcance editores, Mozambique 2015.
El corazón enamorado del baobab. Autoedición en español, Colombia 2017.
Comentario de Marcelo Panguana. Periodista y escritor mozambiqueño.
O mar de Maputo. Edición trilingüe (portugués, changana, inglés). Alcance editores, 2015.
Nyeleti filha das estrelas. Edición en portugués. Escuela portuguesa de Mozambique, 2015.
Relatório UNICEF 2014. Edición bilingüe. UNICEF, Mozambique, 2015.
Os meninos curiosos. Edición bilingüe inglés-portugués. Casa do Gaiato, Mozambique 2014.
A menina Leão, O pinguim, A cidade do terror. Edición trilingüe, Mozambique 2013.
A arte de encantar (autor convidado). Edición portugués. Editora Cortez, São Paulo, Brasil, 2012.
O coração apaixonado do embondeiro. Edición portugués. Escuela Portuguesa de Mozambique, 2011.
O mar de Maputo. Edición portugués. Embajada de España, Mozambique, 2010.
Sol y Luna. Hipocampo Editores, Lima – Perú, 2008.
El pequeño bestiario Amazónico. Hipocampo Editores, Lima – Perú, 2008.
Siete misterios en el Amazonas. Hipocampo Editores, Lima – Perú, 2008.

1) ¿Cómo confrontas en tu escritura tu relación con la Amazonía?
Desde hace unos años me ha tocado observar la Amazonía desde lejos, lo que me ha permitido reflexionar-desde el distanciamiento- sobre asuntos de los que antes no caía en cuenta. Como por ejemplo la importancia de mantener el equilibrio del hombre con la naturaleza. Crecí fascinado por los mitos y leyendas que me enamoraron desde niño y, de algún modo, viví con demasiada euforia ese mundo maravilloso de la selva y quizá, me volví “irresponsable por ignorancia”, ya que me quedaba únicamente con esa parte “fantasiosa” desde la cual basaba mi entendimiento, olvidándome de su esencia y de su real importancia. Con el paso del tiempo pude ir confrontando “mi realidad amazónica” con otras realidades, costumbres y culturas diferentes; lo que me permitió caer en cuenta de esas cuestiones que antes no me preocupaban. Desde la lejanía me convencí de que la Amazonía es un MUNDO, único y particular, cuya exuberancia y misterio, agrandada por su fantástica mitología y cosmogonía la vuelven incomparable, con “vida propia” y con un “espíritu madre”.
Esta comprensión no fue de un día para otro, sino que fue un largo y maravilloso espacio de descubrimiento a través de tertulias con intelectuales, poetas, pintores, investigadores y personajes únicos al interior de la Amazonía, a quienes tuve la suerte de ir conociendo durante los viajes que realizaba integrando un grupo teatral y luego, a través de los proyectos personales con proyección artística y social en asociación con diversas ONG nacionales e internacionales.

Mi compromiso fue creciendo y ahora va más allá del simple hecho de contar historias solo para divertir al público, sino que descubrí un propósito que me lleva a manifestar mi preocupación por proteger nuestra selva. Desde entonces, en la mayoría de mis escritos y presentaciones, intento de algún modo, persuadir al público de conservar y preservar nuestros bosques amazónicos. Protegiendo principalmente el agua de los ríos, la fertilidad de la tierra, las especies de animales únicas, así como también, las costumbres y los rituales de sus pueblos nativos.

En resumen, mi respuesta a la pregunta sería la siguiente: Cada vez que escribo sobre Amazonía no puedo evitar ponerme “la capa verde” de protector y vigilante del territorio maravilloso donde nací. Es un desafío pues al mismo tiempo que me otorga cierta conciencia, también me obliga a desarrollar mi creatividad y buscar modos de convencer al público sobre esas cuestiones que me preocupan.

2) ¿Qué piensas de la Amazonía cuando escribes sobre ella? ¿Cómo la representas en tu trabajo creativo?
Mis pensamientos sobre la Amazonía son una proyección a mi pasado, sobre todo a mi infancia. A las caminatas por la orilla del río Amazonas en el Malecón Hurtado, a las tardes de nado y pesca con la canoa volteada en la laguna de Moronacocha, jugando a imaginar que viajábamos sobre la panza de una gran ballena, bajo un atardecer en donde el sol asumía un color naranja intenso y una dimensión inusitada. En ese entonces aquella laguna era limpia, un lugar de verdadera recreación y contacto con la naturaleza. Una pena el descuido y la contaminación que ahora sufre.

Mis pensamientos me llevan también a las visitas a la chacra de mi abuela, que inevitablemente me recuerdan de no volver a comer tantas guayabas por más dulces que sean, y a tener cuidado con los isangos, que pican y chupan no precisamente para darte placer, también mis pensamientos recorren las tardes de juego en los campos abiertos de yerba alta, construyendo cuevas para cocinar en latas de conserva, espantando a las boas mantonas que pululaban cerca, también a las caminatas llenas de aventura que hacía con mis amigos para llegar a Pampachica y al rio Nanay, recuerdo los paseos familiares por el río Momón, los viajes de trabajo en peque- peque, canoas y botes, recorriendo ríos y pueblos de la Amazonía, en tardes de viaje en que solo nos acompañaban los delfines rosados, también recuerdo nadar con ellos en el Pacaya Samiria junto a mi esposa e hijos, recuerdo las tardes de San Juan en Peña Negra y Corrientillo, las noches de bohemia y borrachera con amigos en Santo Tomás, mis visitas tímidas pero tórridas siendo adolescente a las chicas del “Teletroka”. Mis pensamientos me llevan a los programas de radio y a los personajes que en ella habitaban, a las tardes de lectura con autores de nuestra Amazonía en los libros que mi padre traía cada semana, así como también a las leyendas de fantasmas y seres sobrenaturales que relataba mi abuela después de la cena.
Mis pensamientos me llevan al sabor delicioso del aguaje y de la aguajina, al juane y a la empanada de yuca, al juane de arroz, a los tamalitos de maní, a los pescados asados y al tacacho con cecina de la calle o particularmente en Nanay. Mis pensamientos tienen marcado también el momento exacto de degustar un clavohuasca, un RC, así como también las hijueputa borracheras con champañita y coconachado.

Todos estos recuerdos e imágenes los tengo “tatuados en mi memoria” y, son el vínculo principal que conecta y hace explotar mi imaginación. Lo que me lleva a recrear esos recuerdos y esos instantes de formas diferentes, integrando cada vez, nuevos conocimientos y saberes. Pero, sobre todo escuchando a la selva, tal y como lo dice el maestro Ino Moxo: “Escuchando calladito todo lo que se dice y más calladito lo que no se dice”.

Esta secuencia de hechos y anécdotas vividas han fortalecido mi labor de narrador de historias tanto escritas como orales y me han llevado a escribir algo así como una declaración de principios, que repito como un mantra cada vez que debo realizar el acto de narrar en público o enfrentarme a una hoja de papel en blanco. Este mantra particular dice así: Mi pasión como narrador de historias consiste en compartir, conocer, aprender, experimentar. Soy narrador de historias porque de esa manera me acerco a un mundo especial y puedo, yo mismo, acercar a otros a ese mundo. La memoria colectiva es sagrada, me apasiona ser el cordón umbilical que alimenta el mundo real con la fantasía y el sueño.

3) ¿Qué libros o artefactos de arte (cine, fotografía, pintura, teatro, etc.) influyen en tu trabajo sobre la Amazonía?
Me considero a mí mismo como un artista inquieto, curioso e inconformista. No tengo límites al momento de trabajar, todo me puede servir para influenciar mi imaginación y así, poder crear y recrear a mi gusto. Venga, venga, venga la hora Inca Kola, que da la hora en todo el Perú… La hora Inca Kola…

Hace un tiempo hice el ejercicio de responder esa pregunta sin saberlo y escribí algo que titulé: “Mi muro de inspiración amazónico”.

La sabiduría en las historias de Roger Rumrill, la genialidad en la prosa de César Calvo Soriano y del amor que siento por su libro Las tres mitades de Ino Moxo que considero mi libro biblia, la belleza amazónica en la prosa de Germán Lequerica, las visiones oníricas en los versos de Ana Varela, el viaje fantástico por el Amazonas de un pequeño bagre narrado por Francisco Izquierdo Ríos y que siento como una metáfora personal de como he afrontado mi vida, aunque yo aún no he podido encontrar el camino de regreso. las divertidas historias de Orlando Casanova, las fábulas y leyendas de José Luis Jordana, los cuentos y los colores de Víctor Morey Peña, la historia de un pescador de sueños contado por Arnaldo Panaifo Teixeira, la historia de unos hombres astados escrita por Juan Saavedra Andáluz, las fábulas de Luis Urteaga Cabrera; el compromiso literario en las novelas de Ciro Alegría y Jaime Vásquez Izquierdo; el grito de lucha en Sangama de Arturo Hernandez, los versos llenos de vida del poeta brasileño Tiago de Mello, la vasta literatura oral de los pueblos indígenas, las laboriosas investigaciones de los antropólogos André Marcel d’Ans y Jeremi Narby, la pasión y entrega por las tortugas de río en el Pacaya Samiria del investigador finlandés Pekka Soini, las bellas letras que hablan del pueblo amazónico en las canciones de Raúl Vásquez y Pepe Peña, las divertidas creaciones musicales de Eliseo Reátegui y “Los Solteritos”, las populares composiciones de Javier Isuiza, los valses cantados al Amazonas que sonarán por siempre, las imágenes evocadoras del tiempo en la pintura de César Calvo de Araujo, la búsqueda del lenguaje propio en el arte de Nancy Dantas, la magia y el espíritu amazónico en los cuadros de Gino Ceccarelli, las hermosas tintas del ilustrador húngaro Zoltán Keserü, la paciencia y creatividad de Harry Chávez, la espiritualidad de selva en la obra de Pablo Amaringo y sus alumnos de la escuela “Usko Ayar”, el exotismo popular de Christian Bendayán, las fantásticas creaciones de Víctor Churay, así como de Santiago y Rember Yahuarcani, también las intrincadas creaciones monocromáticas de mi ñaño Tutano. También he podido sentir la influencia de algunos periodistas y locutores de radio, las divertidas mañanas con Tito Rodríguez Linares, el popular “Shicshi” y su fiel amigo “Ashishito” don Manuel Iglesias, los despertares con la fuerte voz de Rusbel Vásquez Coelho, las “Rondas policiales” de Humberto Vela Meléndez en radio Atlántida, la impertinencia de don Teddy Bendayán, los programas esotéricos y del mundo extraterrestre con Sixto Pax, así como las opiniones entrometidas de don Demetrio Díaz Souza en su programa “Carta Blanca”.

A todas estas personas, personajes y amigos a quienes admiro, se les van sumando nuevos rostros, grupos y asociaciones con ideas nuevas y renovadas. Ahí tenemos a los músicos de “Bareto” y a los irreverentes de “La Nueva invasión” que últimamente me acompañan y me hacen bailar y sonreír al momento de crear. También están los chicos de “Chakruna” con un sonido de “Rock & Selva” muy alucinante, los amigos de “AniAmazonía” con un esfuerzo por incorporar la experiencia indígena en vídeos y películas animadas, así como también el colectivo “Estamos en la calle” que junta generaciones de jóvenes en un esfuerzo cultural común. No descarto nada al momento de crear, me sirve todo.

Finalmente, quisiera agregar que me enamora el concepto sobre el animismo y admiro el panteísmo como base de la espiritualidad amazónica, esta visión particular se la debo a mi cercanía con el maestro Roger Rumrill, por quien siento una profunda admiración y con quien llevo una amistad “cómplice” del amor que sentimos por nuestra Amazonía. Finalmente, mi visión artística en general está más ligada a la espiritualidad de la naturaleza y creo en sus poderes. Me distancio de las religiones que basan su “espiritualidad” en el poder, el sufrimiento, la amenaza y el castigo. Políticamente soy: “Anartista: No concibo una democracia donde el voto de un misógino, xenófobo y racista valga lo mismo que el de un sabio dedicado a la lectura”. Una frase que me gusta mucho y que fue dicha por el actor español Oscar Jaenada.

4) En tu trabajo literario, ¿Cuál es tu visión futura de la Amazonía? ¿Un espacio nacional, transnacional? ¿Cómo se puede percibir esta visión en la literatura peruana actual?
Es inevitable sentir contradicciones respecto a qué responder sobre el futuro de nuestra Amazonía. Por un lado, está mi visión optimista que inevitablemente se contrasta con una visión realista y pesimista. Al ritmo en que el “desarrollo y la civilización” avanza, destruyendo y usurpando cada día, miles de kilómetros de territorio natural pues está claro que no nos queda mucho tiempo, ni como habitantes de este planeta ni al planeta como “ser vivo”. Es una realidad tan evidente como complicada de cambiar, resulta incomprensible que la humanidad no sea capaz de ser consciente del peligro que eso supone. Esa “inconciencia y necedad” tan humana, es el producto de un ridículo afán de lucro, tan desmesurado y frívolo como grotesco.

Esta visión pesimista es la que me lleva a intentar ser optimista en mis escritos, pues intento siempre anteponer un héroe o una circunstancia especial que pondrá en equilibrio al mundo y a la naturaleza con los seres humanos.
Siendo así, espero que la humanidad algún día abra los ojos y asuma su responsabilidad en la protección de los bosques no solo del Amazonas, sino de todos los bosques sobre la tierra. Esta conciencia debe ser nacional primero, para luego y bajo consensos, proponer alternativas de integración con los ciudadanos y gobiernos de otras naciones. Creo absolutamente que, con la unión de más países comprometidos con estas zonas naturales es posible crear más vínculos fuertes para su protección.

Debido a mi lejanía, no he podido informarme ni leer mucho sobre la visión actual de la Amazonía en los autores peruanos. Lo que si he podido percibir es que el interés del público peruano sobre el arte y la cultura amazónica ha crecido en todos los aspectos. Los hay buenos y malos. Así como existen personas que se preocupan por conocer y mantener esas costumbres tan ligadas a la naturaleza, hay otros que se dejan llevar por la frivolidad que ofrecen algunos contextos al interior del Amazonas. Igual estas circunstancias tan contradictorias son únicas y podrían ser definidas como real-maravillosas.

Un territorio como el Amazonas es imposible que no resulte inspirador. Muchos autores seguirán encontrando historias para narrar, la Amazonía posee un contexto fantástico y onírico, al mismo tiempo que misterioso, cruel y a veces, hasta despiadado.

Nota de los editores: Las entrevistas publicadas en este medio cuentan con la autorización de los autores y autoras para su difusión y no tienen fin de lucro.

https://notasdenavegacion.wordpress.com/2019/09/11/huellas-ecologicas-en-la-escritura-de-la-amazonia/

Publicado: octubre 2, 2019 en Uncategorized