sábado, 12 de octubre de 2019

Huellas ecológicas en la escritura de la Amazonía IV: Gerald Rodríguez Noriega

Porque es importante desde la recreación literaria generar conciencia de lo que ha [sucedido] o está sucediendo en esta parte del país.

Gerald Rodríguez Noriega (Iquitos). Es profesor de educación secundaria y escritor. Ha publicado los siguientes libros:


La tierra sin mal. (Poemario). Editorial, Tierra Nueva: Iquitos, 2010.
Llena de luna (Cuentos). Editorial, Tierra Nueva: Iquitos, 2014.
El libro del otro reino (Poemario). Editorial, Tierra Nueva: Iquitos, 2017.
La casa de las fronteras (novela). Editorial Tierra Nueva: Iquitos, 2019.
El último peregrino (Poemario). Libro terminado
La pasión de Hespurus (Poemario). Libro terminado
Azul dimensión del hielo (Poemario). Libro en proceso
Distante eterno (Cuentos). Libro terminado
El país de los errantes (Novela). Novela en proceso


1) ¿Cómo confrontas en tu escritura tu relación con la Amazonía?
La Amazonía es siempre un punto de partida, protagonista de mis libros, la razón que me lleva a escribir. Todo lo que sucede y sucedió en ella me preocupa, me intriga, me inspira y busco desde esa perspectiva entablar un tema para recrear, colocando el tema amazónico y su relación con el hombre amazónico en circunstancia que pueda generar el debate a partir de la recreación. Desde mi primer libro de poesía “La tierra con Mal” (poemario), he intentado, no explicar ni entender la Amazonía y al hombre amazónico, sino ser una voz que hablase por ellos desde un punto: su relación con la modernidad y el mundo que lo rodea. Es muy complicado para el hombre amazónico entender al resto del mundo, porque el mundo de afuera no entiende la Amazonia como lo entiende él, por eso sus voces son ocultas en la confusión de un mundo que avanza, que cuando se siente amenazado, reacciona, se agrupa, se organiza y sale en defensa de lo que él tanto ha preservado. En mi segundo libro “Llena de luna”, (cuentos), el problema del hombre amazónico urbano y el hombre amazónico de la ruralidad, se encuentran en situaciones que el segundo no entiende al primero. Ambos son amazónicos y en el libro se manifiesta sus problemas, cada uno con sus formas de ver la vida, cada uno desde la occidentalización o desde su cosmovisión, pierden o ganan bajo un sistema que les lleva al enfrentamiento y a la incomunicación, haciendo difícil la convivencia de uno y del otro. En otro libro “El libro del otro reino” (poesía), es la voz de un chamán que poetiza la historia de la Amazonia, hasta una visión en el futuro, de lo que sería de la Amazonia, si es que sigue el descuido a su preservación de sus bosques y sus miles de especies. Es la voz del indígena que canta respecto al entorno que ha venido y viene amenazando a la Amazonía, a su hombre, a su cultura, a su futuro. En mi primera novela “La casa de las fronteras”, nuevamente la Amazonía tiene un papel principal desde diferentes aspectos: sociales, políticas, culturales, enlazados con Lima. Ambientada en los años 1920, la novela muestra una pequeña parte de la realidad amazónica vista desde la mujer indígena, el empresariado, los políticos, los extranjeros, los militares y el propio indígena que se occidentaliza como buscando rechazar su condición que siente que lo condena. Entonces, la Amazonía siempre ha estado presente en mis obras desde diferentes puntos de vista, observada y recreada desde la visión de los diferentes elementos que se involucran en ella, los mismos que algunas veces amenazan su preservación y existencia. Es necesario identificar cuáles son esos elementos, por eso me dedico a escribir desde y sobre la Amazonía, porque es importante desde la recreación literaria generar conciencia de lo que ha [estado] o está sucediendo en esta parte del país.

2) ¿Qué piensas de la Amazonía cuando escribes sobre ella? ¿Cómo la representas en tu trabajo creativo?
Ya dije antes, todo lo que sucede en ella, o lo que haya sucedido, me preocupa, me intriga, me fastidia, me molesta, me alegra; gozo, analizo, investigo; vivo de sus mitos, como me interesa sus orígenes, quienes hicieron posible su preservación, quienes lo han occidentalizado, quiénes fueron los que han amenazado y han manchado las páginas de su historia con sangre. Lo que pienso de ella es en qué medida fue o es violentada, amenazada, combinada a ella su cosmovisión, para entenderla desde ese modo, intentando recrear una literatura amazónica que revele una realidad como una magia. La Amazonía no debe ser vista como una simple descripción exótica, la Amazonía cuenta con una historia y con un sin número de amenazas grabadas en la piel de cada generación de hombres amazónicos, que nadie quiere recordar o quiere aceptar. Somos amazónicos, lo mínimo que podemos hacer es al menos, sino queremos entendernos o comprendernos, aceptarnos y no permitir que sigan violentando contra el hombre y la Amazonía y la literatura debe cumplir no quizás ese rol o función, sino esa mínima intención desde su arte, no dándole una funcionalidad al arte que vaya más allá que de su gozo estético y nazca de allí la reflexión.
La represento en mi trabajo creativo, no buscando una funcionalidad en la literatura, sería un atropello contra el arte, al menos eso es lo que pienso, sino que de las amenazas de la Amazonía y sus problemas, sus mitos y la condición del hombre amazónico, genere en el lector algún tipo de gozo estético y que del propio lector nazca su reflexión, su comprensión social, histórica, sociológica, psicológica, o cualquier tipo de reflexión a la que quiera someterlo, porque el lector es libre, pero tendrá en mis libros una Amazonía que viene agonizando por ciertos poderes que han venido dominándola desde diferentes aspectos, y que su liberación está en manos desde el propio lector, quien sea, se convierte en responsable desde el momento que le genere una acción, un malestar, una conclusión, un sentimiento o una reacción, de actuar en favor de ella.


3) ¿Qué libros o artefactos de arte (cine, fotografía, pintura, teatro, etc.) influyen en tu trabajo sobre la Amazonía?
En realidad, desde un primer momento, son los libros clásicos mis primeras lecturas antes de escribir, como quien intentando entender o gozar del mundo a través de los libros, como también ver las “armas secretas” con que se ha forjado esa literatura. Desde la poesía griega y romana, la novela inglesa, norteamericana, francesa irlandesa, el cuento argentino, el teatro isabelino; Cervantes, Dickens, Faulkner, Pessoa, Rimbaud, Cortázar, Mario Vargas Llosa, Gabo, etc., son mínimos los autores por donde siempre alcanzo a dar una vuelta sobre sus obras, para tratar de definir una cuestión de forma y lenguaje para un proyecto que intento emprender. Después viene la otra parte de mi “calentamiento” como escritor: buscar información sobre el tema amazónico de la cual intento recrear. Ahí voy desde las crónicas españolas, libros de ensayo, novelas, periódicos de épocas pasadas, investigaciones en otros países sobre la Amazonía. Salido de eso y después de algunos cuadernillos llenos con apuntes, busco en la literatura amazónica acercarme al tema, y ahí sí el tema es más complicado. ¿Cómo gozar de una buena poesía en la Amazonía fuera de la poesía de Germán Lequerica, Carlos Reyes, Percy Vílchez, Ana Varela? A excepción de Cesar Calvo Soriano y Javier Dávila, otro tipo de literatura poco llena mi perspectiva. Lo mismo me pasa con la novela, ensayo o crónicas periodísticas, y si tengo a quien citar es a Miguel Donayre, que sus novelas y sus ensayos de investigación cauchera me han sido de mucha ayuda, como la de Percy Vílchez, Ovidio Lagos, Frederica Barclay, Santos Granero, Alberto Chirif, Jurg Gasche, entre algunos cuantos más que no recuerdo. Tomando en cuenta a estos autores a quienes debo mucho de lo que logré en mi trabajo, durante la producción, me gusta siempre descansar mirando los cuadros de Gino Cecarelli, o sino leyendo la poesía del grupo Urcututu, ambos me conectan con el arte y la literatura, asociando a mis recuerdos por los diferentes puntos de la Amazonía. Ahora que estoy trabajando en una próxima novela, me entretengo también bastante tiempo mirando “Álbum de fotografías: viaje de la comisión consular al río Putumayo y afluentes. Agosto a Octubre de 1912” editado por Tierra Nueva, CAAP y otros. Es un libro que me ayuda a entender una parte de la Amazonía desde la intención patrañezca que tuvo Arana para intentar mentir al mundo entero respecto a los crímenes, esclavitud y otras vejaciones que se estaban perpetuando en sus terrenos, en manos de sus capataces. Como te darás cuenta, la producción, mi producción literaria, implica un largo proceso, agónico muchas veces por la escasa información sobre temas amazónicos, es un proceso que implica valerse de todo aquel material que sirva para tu obra. He pasado, en pocas temporadas en Lima, muchas horas en la Biblioteca Nacional, la biblioteca del Centro estudios amazónicos CETA, Biblioteca municipal de Maynas y es casi el 1% de información que encuentras para poder reconstruir la historia de la Amazonía, dejando el trabajo de deducción al escritor, que es donde empieza el tormento. Es ahí donde pinturas, fotografías, cualquier documento que hable de la época que investigas es de mucha importancia para lograr entender que tu deducción va acertando y con ella la reconstrucción de algo que se creía olvidado.


4) En tu trabajo literario, ¿Cuál es tu visión futura de la Amazonía? ¿Un espacio nacional, transnacional? ¿Cómo se puede percibir esta visión en la literatura peruana actual?
La Amazonía, en un futuro, en la medida que vamos, no será más que un desierto. Es desmedida la proporción con que se aprovechan las empresas privadas de la selva amazónica, de la forma salvaje con que se contaminan los ríos, con la forma más burda con que se pretende criminalizar la protestas hechas por los pueblos indígenas, y son pocas las buenas intenciones las que hacen algo. La preservación es de algunas asociaciones y de los que se sirven en poca medida de ella: los pueblos originarios. Si el gobierno no hace nada para preservar la selva, los recursos, los pueblos amazónicos, la cultura amazónica, nuestro pasado que está en esas venas ocultas en la selva, que terminará ni siquiera en un bonito recuerdo, porque tal vez ni el futuro se recuerde a la Amazonía. Si nosotros no hacemos nada desde cualquier manifestación artística, política, social, cultural para crear conciencia, nada habrá sido nuestra existencia, nada habrá sido la Amazonía. En un trabajo inédito que tengo (El último peregrino – poemario), plasmo en todo el libro este futuro amazónico, cantado desde la reflexión de un último peregrino que va andando por el mundo lamentándose del gran vacío mundial, hasta que llega a una parte donde se ha conservado, de toda la gran guerra, un pedazo de selva gracias a los hombres amazónicos. Y como en la misma realidad, es el hombre amazónico el que pelea todos los días por preservar la Amazonía. Siendo solo una magia o hechicería, desde la ficción, la que haría posible que la selva se pudiera preservar, lejos de las calamidades humanas, en el poemario es solo ficción.
En lo nacional, la Amazonía es vista como la parte del Perú que sirve para extraer hidrocarburos, que no sirve para otra cosa más que para incrementar el PBI, para favorecer a las empresas extranjeras, para regalar nuestro recursos, y con ello desaparecer los pueblos indígenas porque siempre han sido visto, históricamente, como seres “incómodos” para el desarrollo y progreso del país. Tenemos un Ministerio de cultura que hasta ahora no ha fomentado ningún proyecto de ley que favorezca en favor de la cultura que tenga que ver con la Amazonía. Desde el ámbito nacional o transnacional, no he proyectado un trabajo que hable de un futuro amazónico, todavía, porque he tratado de recrear, desde esta visión nacional y transnacional, como es vista la Amazonía desde un pasado y un presente, que me imagino que no será diferente en un futuro.
En el ámbito nacional, no existe una visión sobre la Amazonía. Si revisamos los libros que mi generación y las otras, están publicando, el tema amazónico no se conecta, ni conjugan sus temas con lo amazónico. Desde la visión limeña o regional, los temas se centran en banales, temas familiares, individualistas, existencialistas, no existe una visión en estas literaturas del país, ni mucho menos de la Amazonía, solo los que escribimos desde la Amazonía lo consideramos como un tema central. Existe en la literatura nacional una indiferencia al tema, a excepción de lo que ya se ha hecho con Mario Vargas Llosa entre algunos más. Alguna vez, por los patios de la Universidad San Marcos, pregunté a Miguel Gutiérrez ¿por qué su novela “La violencia del tiempo”, una novela que tiene coraje y que pudo haber sido la gran novela peruana, no tocaba temas amazónicos?, cuando me dijo: “no conozco nada sobre ella, y tampoco podía encajar en la novela. Si hubiera hecho algo de eso, hubiera terminado haciendo la segunda parte de “La casa verde”.
Nota de los editores: Las entrevistas publicadas en este medio cuentan con la autorización de los autores y autoras para su difusión y no tienen fin de lucro.


https://notasdenavegacion.wordpress.com/2019/09/11/huellas-ecologicas-en-la-escritura-de-la-amazonia/

Publicado: octubre 9, 2019 en Uncategorized

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