martes, 25 de diciembre de 2007


Juan Jaime Vela Vázquez

Nos encontramos en la Plaza de Armas de Tarapoto, convocados por las celebraciones navideñas promovidas por la Municipalidad, pintores amazónicos, exponiendo sus cuadros con paisajes, imágenes costumbristas, arte moderno y…
obras efímeras (fugaces, breves, precarias, frágiles, perecederas, temporales),
arte que por un lapso de tiempo determinado despierta la reflexión sobre diversos aspectos de la interacción del ser humano, en esta oportunidad la fe religiosa, su autor Juan Jaime Vela, innovador y joven pintor de nuestra Amazonía.
Con esta entrevista iniciamos la presentación de un entusiasta y prometedor grupo de artistas que están constituyendo una asociación de pintores sanmartinenses, promovido por José Luis Echenique.
AM: Juan Jaime, cuéntanos de tus primeros años de vida

Nací en Pucacaca, en setiembre del 79, hijo de padres docentes, realicé mis primeros estudios en la IE La inmaculada en Pucallpa y culminé la secundaria en el distrito de Carabayllo en Lima.
En el instituto Hipólito Unanue, me gradué en laboratorio químico, estudios que me llevaron a trabajar en el centro perinatal de Tarapoto.

Desde muy pequeño sentí la emoción de expresarme con los mas diversos y sugerentes materiales, esculpía en tiza (los pequeños restos del aula de clases) miniaturas de rostros, cuerpos, hasta que en horas de trabajo, me encontraron creando imágenes en las pequeñas láminas para las muestras, decidí atender mi verdadera vocación.

AM: Cuando decidiste dedicarte a la pintura recibiste el apoyo…
Mis padres, no estaban de acuerdo, se habían sacrificado para convertirme en un profesional y no comprendían porque emprendía un nuevo camino. Recibí el apoyo de un tío, viajé a Lima donde realizo mi primera exposición colectiva en la Pascana, con 18 cuadros, ya, con el apoyo de toda la familia.
En el 2003, puse una galería de Arte en Pasaje Olaya, compartiéndolo periódicamente con artistas de diversos países. En esta galería recibí la visita del director de Escuela de Bellas Artes y le otorga una beca de estudios. Me había formado con la práctica, con la experiencia, con el contacto con otros artistas, porque creo que el arte nace de uno mismo y que es esencial conservar su origen para mantener la autenticidad. Soy autodidacta.


AM: ¿En este proceso de aprendizaje, reconoces a quién o a quiénes podrías considerar tus “maestros”?
Camilo Pizarro de estilo impresionista decía “La naturaleza es ni maestra”, ahí están los colores las formas, las transformaciones. Aprendí las técnicas, lo mas importante de mi formación en un taller en Pucallpa de Mishi Lay (Mercedes Lay), Ucayalina egresada de Bellas artes de Pucallpa en el 2002.
Retomando, en Lima, cuando realicé una exposición colectiva en homenaje a Carlos Ostolaza, en el Centro Cultural La noche de Barranco, reconocido pintor egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, conocí a Pablo Irigoyen, Jaime Galagarza, y Alfredo Alcalde que me
invitaron a su taller y pinté con ellos. Luego conocí a Godoy, pintor y retratista y a Julio César Carbonelli, (Cuzqueño, pintor y retatista) y Ronald Alcántara Fernández (Chimbotano) con ellos creamos un nuevo taller “Nautilius” (el barco de la obra de Julio Verne, nos unió el amor al arte.
Realizamos exposiciones en los Olivos, en Surco, en el Parque de la amistad, en el restaurante Río Amazonas en San Borja,
Mi última exposición en Lima la realicé en el parque “La Muralla” exposiciones que me permitieron vender mis cuadros a turistas de diversas partes del mundo como Indonesia, Francia, Estados Unidos, Japón, y retorno a Tarapoto.
 AM: Tu última exposición, luego del retorno a tu tierra?
En junio realice una exposición en la Galería Yolanda Ríos, del INC Pucallpa, anteriormente en la Municipalidad Coronel Portillo y tengo una exposición permanente en mi taller en Pucacaca, les invito a visitarme.

AM: De esta rica y variada experiencia, algún consejo a los jóvenes artistas plásticos?
Paciencia, mucha paciencia y perseverancia… rescatar el genio que cada uno lleva dentro, compartir sus conocimientos con los demás y... probar nuevas formas sin perder los orígenes.
AM: Vemos que empleas, técnicas y materiales poco comunes…e innovadores
Utilizo lo que la naturaleza me brinda. Los pintores antiguos hacían sus propios pinceles, elaboraban sus pinturas. Trabajo Oleos, carboncillos, acuarelas, acrílicos. Me gusta probar, experimentar, trabajo cuadros en alto relieve con arena, pinto con humo, tengo una técnica para conservarlo. Me gusta el arte fugaz porque es sano, lleno de vida, con mensajes directos, que inspiran a los observadores, como este rostro de Cristo, hecho con tiza de colores, molida.
AM: Cómo describirías al “observador” del arte amazónico, en calles, plazas

Pienso que hay conciencia del valor del arte, el ciudadano amazonense ama y respeta el arte… yo tengo la idea que a través del arte conquisto.
AM: ¿Cual es tu cuadro favorito?
“El encanto del bufeo colorado”, inspirada en una leyenda amazónica, se dice que cuando Bufeo Colorado se enamora de alguna chica, al salir la luna toma la apariencia de un hombre muy apuesto, visitándola siempre por las noches y dejándola antes de que amanezca, no sin antes llenarla de regalos. Al poco tiempo, la muchacha quiere estar todo el tiempo junto al río, tanto así que puede terminar arrojándose para estar siempre junto a Bufeo Colorado, el delfín de río.

AM: Finalmente coméntanos, ¿Como evalúas rol de las instituciones del estado respecto al fomento del arte amazónico?


Ha estado ausente, tenemos esperanza en esta nueva gestión, nos han recibido con interés y creo que va a mejorar, seria bueno crear una escuela de bellas artes en San Martín y una galería permanente para las exposiciones… confiamos en que así será.










lunes, 19 de noviembre de 2007

Luis Salazar Orsi recibe premio Páucar 2007




El prestigioso premio Paucar 2007 este año fue concedido al compositor, literato
e investigador amazónico Luis Salazar Orsi, el premio le fue entregado en mérito
a su permanente labor de dar a conocer la Amazonía, defender sus recursos
naturales e investigar su realidad, especialmente en los campos de la educación,
la música y la literatura regional.
¿Qué significa hacer literatura en la Amazonía?
Significa ser consciente de las urgencias que tiene esta región, las que son muchas, especialmente, la destrucción de la Amazonía. En segundo lugar, para continuar una hermosa corriente que ha sido iniciada hace muchos años por los que nos precedieron en estas disciplinas.

¿Cómo te sientes al ser reconocida tu trayectoria por el Premio PAUCAR?
Siento mucha emoción porque este es un reconocimiento a mi trabajo realizado en distintos ámbitos como, por ejemplo, la composición musical y literaria, la investigación musicológica y la didáctica del arte para los niños. Soy el primero que inició los estudios de musicología amazónica y, creo, modestia aparte, que sigo siendo el único. Este premio me alienta a continuar adelante en estas tareas.

¿Qué libros has publicado en los últimos tiempos?
Las últimas obras que he publicado han sido crónicas de viaje (“Lamasmanta”), poesía (“Fresco manantial”) y ensayos, principalmente en educación bilingüe y tradiciones de nuestra Región, por ejemplo, un ensayo sobre educación intercultural en el departamento de San Martín y otro sobre religiosidad popular en Rioja, un texto que se denomina “Historia y leyenda del Cristo de Bagazán”.

¿Por qué has decidido radicar en Rioja?
Rioja es una ciudad pequeña, acogedora y tranquila. Allí vivo, porque estoy cansado del ruido en las grandes urbes y porque es un lugar que me permite trabajar y estudiar, así como desarrollar el trabajo que yo hago, es decir, poesía y música. Yo le llamo una “aldea moderna” que, aunque siendo capital de provincia, sin embargo, es un pueblo todavía pequeño de apenas 20,000 habitantes, rodeado de bosques y ríos, con un clima muy fresco porque estamos hablando del Alto Mayo, es decir, de las estribaciones de la Cordillera Oriental de los Andes.

¿Qué proyectos tienes a futuro?
Tengo obras inéditas que pienso publicar este año. Uno de mis objetivos es publicar un disco compacto con canciones para niños que escribí hace ya algún tiempo y que tengo listos para su edición; está también en salmuera un libro de poesía para niños y otro libro de cuentos que continúa la temática de mi primer libro: “La muerte del Yatmandú”. Continuar reflejando la realidad de San Martín es otro de mis propósitos.

¿Cómo financias la publicación de tus obras?
La primera vez que publiqué fue con ayuda de una fundación sueca en el Perú y el resto de mis publicaciones las hice con recursos propios. Debo resaltar que en los años 1989 y 1990, el apoyo que me brindó el padre Joaquín García a través del CETA fue invalorable, al publicar mis primeros ensayos en la revista SHUPIHUI y mis artículos periodísticos en KANATARI. Eso me dio un gran aliento, porque así no más, nadie te publica en revistas serias y de alta divulgación.

¿Cuál es la fuente de tu inspiración?
La selva amazónica, sus urgencias, sus necesidades, su belleza, sus tradiciones.

¿Qué significa hacer literatura en la Amazonía?
Significa ser consciente de las urgencias que tiene esta región, las que son muchas, especialmente, la destrucción de la Amazonía. En segundo lugar, para continuar una hermosa corriente que ha sido iniciada hace muchos años por los que nos precedieron en estas disciplinas.

¿Cómo te sientes al ser reconocida tu trayectoria por el Premio PAUCAR?
Siento mucha emoción porque este es un reconocimiento a mi trabajo realizado en distintos ámbitos como, por ejemplo, la composición musical y literaria, la investigación musicológica y la didáctica del arte para los niños. Soy el primero que inició los estudios de musicología amazónica y, creo, modestia aparte, que sigo siendo el único. Este premio me alienta a continuar adelante en estas tareas.

¿Qué libros has publicado en los últimos tiempos?
Las últimas obras que he publicado han sido crónicas de viaje (“Lamasmanta”), poesía (“Fresco manantial”) y ensayos, principalmente en educación bilingüe y tradiciones de nuestra Región, por ejemplo, un ensayo sobre educación intercultural en el departamento de San Martín y otro sobre religiosidad popular en Rioja, un texto que se denomina “Historia y leyenda del Cristo de Bagazán”.

¿Por qué has decidido radicar en Rioja?
Rioja es una ciudad pequeña, acogedora y tranquila. Allí vivo, porque estoy cansado del ruido en las grandes urbes y porque es un lugar que me permite trabajar y estudiar, así como desarrollar el trabajo que yo hago, es decir, poesía y música. Yo le llamo una “aldea moderna” que, aunque siendo capital de provincia, sin embargo, es un pueblo todavía pequeño de apenas 20,000 habitantes, rodeado de bosques y ríos, con un clima muy fresco porque estamos hablando del Alto Mayo, es decir, de las estribaciones de la Cordillera Oriental de los Andes.

¿Qué proyectos tienes a futuro?
Tengo obras inéditas que pienso publicar este año. Uno de mis objetivos es publicar un disco compacto con canciones para niños que escribí hace ya algún tiempo y que tengo listos para su edición; está también en salmuera un libro de poesía para niños y otro libro de cuentos que continúa la temática de mi primer libro: “La muerte del Yatmandú”. Continuar reflejando la realidad de San Martín es otro de mis propósitos.

¿Cómo financias la publicación de tus obras?
La primera vez que publiqué fue con ayuda de una fundación sueca en el Perú y el resto de mis publicaciones las hice con recursos propios. Debo resaltar que en los años 1989 y 1990, el apoyo que me brindó el padre Joaquín García a través del CETA fue invalorable, al publicar mis primeros ensayos en la revista SHUPIHUI y mis artículos periodísticos en KANATARI. Eso me dio un gran aliento, porque así no más, nadie te publica en revistas serias y de alta divulgación.

¿Cuál es la fuente de tu inspiración?
La selva amazónica, sus urgencias, sus necesidades, su belleza, sus tradiciones.
Fuente: Semanario Kanatari