lunes, 27 de agosto de 2012

La sonrisa de Mariana

Del libro recientemente editado La sonrisa de Mariana del autor Juan Rodriguez Perez

Dejó de pasar por mi hospedaje de un momento a otro, sin que tuviera el tiempo necesario para animarme a entablar una conversación. No intenté averiguar su ausencia.

Por las tardes salía a sentarme sobre una mecedora, fumando un cigarrillo, contemplando el horizonte y mirando el puerto. Otras veces me arrimaba a un tronco y desde allí me quedaba quieto oyendo el murmullo monótono del río, sin animarme a salir a dar un paseo, tal vez con la ligera esperanza de verla aparecer por el camino angosto, haciendo a un lado las hojas del limonero, apretando las hojas secas y espantando a los animales.

No quise preguntar porque me sentía perdido, sin darle lógica a mi estado de ánimo. No estaba seguro de abrigar algún sentimiento que me lastimara y menos cuando estaba próximo a cumplir 50 años, en que creemos que todo lo relacionado al amor y sus retoques es parte de nuestro dominio.
Pasaron los días, tal vez un mes. Había recobrado las ganas de continuar con mi historia cuando Raúl me dijo que en un pueblo cercano, a dos kilómetros de donde nos encontrábamos, se estaba realizando una velada. Así que pensando que era sábado y el calor no nos permitía conciliar el sueño, acordamos enrumbar hacia el pueblo vecino con el ánimo de conversar un poco, tomar algo de aguardiente y divertirme contemplando algunas danzas y bailes que efectuaban los niños de la escuela.

Antes de ir acordé darme un baño en el río Huallaga. Lo hice despacio, a ratos animándome a dar brazadas sin llegar al medio del río, con el único fin de estimular mis músculos. Sentí hambre y me vestí rápidamente oyendo el croar de los sapos. Cuando levanté la vista observé que alguien se acomodaba entre los arbustos. No di importancia al asunto porque los huertos de las casa ribereñas suelen dar al puerto y uno que otro peón buscan los arbustos a estas horas de la tarde.
Caminamos como media hora sintiendo que la bulla de los instrumentos musicales nos llegaba con mayor nitidez. Vi a Raúl intentando aligerar sus pasos. Así que yo hice lo mismo y llegamos cuando unas muchachas empezaban una danza. Nos quedamos a la entrada del local que era apenas un espacio delimitado por hojas de shapaja con techo cubierto de la misma palmera. Antes que me fijara en los demás, Raúl me alcanzó un vaso con aguardiente con una raja de limón. Lo tomé despacio porque sabía de sus efectos. Algunas personas me saludaban estrechándome las manos. Otros me llamaban profesor como una forma de guardarme respeto. No reconocía a ninguna de las danzarinas a pesar de mi permanencia en el lugar hacía buen tiempo y que me sería fácil reconocer a todos los pobladores.

Como tuve ganas de fumar me alejé del lugar y me acerqué a un sitio donde había un tronco caído. Puse los pies sobre ella, prendí mi cigarro y aspiré profundamente. Me alejé un poco más, acercándome al río, sintiendo la suave brisa que me golpeaba el rostro. La música me relajaba y me invitaba a soñar en esta tierra que me permitía respirar tranquilamente, sin las preocupaciones de una ciudad. Me quedé parado a la orilla, botando el humo, oyendo cómo las piedras eran golpeadas por las aguas. Cerré los ojos por un momento y cuando los abro observo a Mariana, parada cerca a un tronco de coco. Me quedé quieto, sin ánimo de moverme. Ella tenía los dedos entrelazados como intentando apaciguar mi ánimo de acercarme a su lado. Su pelo largo se agitaba con el viento y una mantilla blanca que cubría su cuello se soltó elevándose con mucha suavidad, para caer a la orilla del río. Entonces cuando intenté hablar puso uno de sus dedos en la boca y me hizo guardar silencio. Luego se alejó hasta perderse entre los arbustos. Moví la cabeza y cerré los ojos por un momento para abrirlos violentamente y definir mi estado de ánimo. No era un sueño, yo estaba ahí y ella acababa de estar frente a mí. Me encaminé en busca de Raúl con el fin de contarle la historia, pero me desanimé, echaría la culpa al aguardiente. Sin embargo, cuando me fijo en las muchachas que danzaban la veo, moviéndose, siguiendo el ritmo con una cadencia que deslumbraba. De pronto sus ojos se fijaron en los míos y, como si estuviese esperando el momento, sonrió mientras hacía a un lado la cabeza. Solo unos segundos bastaron para sentirme nuevamente cautivado. Ella agitaba sus manos, su falda y todo su cuerpo se balanceaba con cierta perfección. Por momentos parecía que no existían otras muchachas y solo estaba ella deslumbrando a todos, aunque me daba la impresión que bailaba solo para mí, regalándome su sonrisa, volteando el rostro, fijando su mirada, alargando su cara hasta sentir su aliento. Era la impresión que tenía. Apuré al poco aguardiente que tenía en el vaso y cerré los ojos para quedarme con su imagen arrolladora. No sé cuánto tiempo estaría así, solo sé que al abrirlos ya mariana no estaba en el ruedo. Levanté la vista, buscándola. Me abrí paso entre la gente que se arremolinaba en torno al escenario y salía al patio. De pronto la vi caminar hacia los arbustos. Iba despacio. Intenté seguirla, quería cogerla de los brazos, decirle algo, aunque no sabía bien qué era lo que tenía que decir, pero ella fue más rápida. Corrí y de pronto, en medio del bosque escuché su risa esparcida por toda el área. “Mariana, no te vayas”, intenté gritar, pero las palabras no me salían. Su risa siguió sonando por mucho tiempo. Me senté sobre la hierba, pensando en esa extraña muchacha que se mostraba esquiva y en mi comportamiento que empezaba a preocuparme.

Raúl me despertó cuando amanecía. “Demasiado aguardiente”, me dijo mientras me limpiaba la camisa.

Autobiografìa

Nací en Sauce, en la selva peruana (Tarapoto – San Martín) y decidí convertirme en escritor desde la edad de 8 años, cuando descubro los cuentos de “Las Mil y Unas Noches”. Aparte de eso, el convivir con mis tías y mis abuelos facilitó mi acercamiento a la creación, porque cada noche de verano, poco después de la cena, sacábamos la esterilla hacia el patio para disfrutar de la brisa que nos llegaba del río Huallaga y mientras contemplábamos las estrellas, el abuelo iniciaba una ronda de cuentos de cuando se dedicaba a cazar animales, o cuando se iba de pesca, o cuando era un joven comerciante por la frontera con el Brasil.

Mi tía María seguía con los cuentos hasta pasada la medianoche, en que escuchábamos los últimos relatos medio dormidos, soñando con los personajes. Yo creo que a partir de ahí empieza mi fascinación por escribir y tratar de compartir estas experiencias relatadas por mis abuelos y tíos. Pero, por otro lado, el vivir en la costa, me permite descubrir otra realidad. No existe el romanticismo que esconde la selva, ni la poesia en cada uno de sus atardeceres; existe otra realidad, más chocante, más agresiva, pero también de mucho reto.

Hace algunos años publiqué dos libros de relatos: “Sinfonía de Ilusiones” y “Nunca me han gustado los lunes”, ambos ambientados en la selva; en la revista "La Tortuga Ecuestre" un cuento largo titulado “Sanguaza”. En el 2009, Temática Editores Generales publicó "Historias de amor desesperados", un libro que contiene una novela corta y seis relatos, todos ambientados en la zona del Huallaga central, en la selva peruana. La revista La Tortuga Ecuestre publicó una serie de cuentos con el título "Papá no era un sabio", y el Centro Cultural Rezistencia (Tarapoto) publicó "La Perla del Huallaga" (2011) una novela de corte juvenil. En el año 2012, publicó "La sonrisa de Mariana", último libro de cuentos ambientados tanto en la selva del Huallaga Central como en algunas ciudades de Europa.

Bibliografía:
La abuela no veía mejor que el abuelo (Cuento, 1963 palabras)
ROSENDA (Cuento, 2990 palabras)
Papá no era un sabio (Cuento, 526 palabras)
Con los brazos cruzados (Cuento, 522 palabras)
Inquilino (Cuento, 1496 palabras)
Virgen (Cuento, 1590 palabras)
Demasiado tarde para soñar (Cuento, 2502 palabras)
Un hijo es un hijo (Cuento, 608 palabras)
El casillero 34 (Cuento, 1187 palabras)
¿PASOS? (Cuento, 4056 palabras)
Descubri que caminas (Poesía, 58 palabras)
Barro y miseria (Poesía, 82 palabras)
Ayer se fue mi padre (Poesía, 64 palabras)
¡Ay Juanita! (Cuento, 2913 palabras)
La tierra de los demonios (Cuento, 2271 palabras)
Ella esta ahi, jalando a la niña (Poesía, 93 palabras)
Larga espera (Poesía, 95 palabras)
ropa sobre las piedras (Poesía, 45 palabras)
Mi amigo Sergio y la guitarra azul (Cuento, 1225 palabras)
UN PUNTO EN LA NEBLINA (Cuento, 2943 palabras)
SINFONIA DE ILUSIONES (Cuento, 2092 palabras)
Por unas chapitas (Cuento, 1904 palabras)
Un extraño en casa (Cuento, 1438 palabras)
"Tu nombre" (Cuento, 991 palabras)
¡Qué bueno tenerte cerca! (Poesía, 83 palabras)
LOS OJOS DEL ALMA (Reflexión, 198 palabras)
UN AMIGO (Reflexión, 66 palabras)
La sonrisa de Mariana (Cuento, 1053 palabras)
LA ESPERA DE EDUCO (Cuento, 677 palabras)
LINDAURA (Narración, 900 palabras)
Paraíso de ilusiones" (Fragmento) (Narración, 564 palabras)
PARAISO DE ILUSIONES (fragmento) (Narración, 1413 palabras)
Hoy cumplo cincuenta años y solo tengo estas dos monedas de diez céntimos (Narración, 191 palabras)
GATOS EN CELO (Cuento, 1670 palabras)
FIN DE LA PELEA (Cuento, 133 palabras)

Fuente:
Los cuentos.net

miércoles, 22 de agosto de 2012

La Mina de Sal - Mitos, leyendas y relatos... Rioja, San Martín



Historia seleccionada de Mitos, leyendas y relatos peruanos, libro de Arguedas y Francisco Izquierdo Ríos publicado en 1947. Estos videos forman parte del proyecto Rimaq Mayu ('río de palabras' en quechua) ha sido realizado por el Cemduc y los ministerios de Cultura y de Educación, entre las actividades de la Comisión Nacional por el Centenario del Natalicio de José María Arguedas. 

lunes, 20 de agosto de 2012

Amazonía destino y promisión

Por: Danilo Sánchez Lihón

1. Una cultura
con identidad

Entre el 9 y 12 de agosto del presente año, 2012, se desarrolló en Tarapoto, Departamento de San Martín, en la selva alta del nororiente del Perú, la V Feria del Libro y el II Encuentro Nacional de Literatura Amazónica, actividades ambas organizadas por el Proyecto Cultural del Gobierno Regional de San Martín que impulsa la profesora Yolanda Rojas Vargas.

Asistimos desde Lima, entre otros invitados, Róger Rumrrill, Ricardo Gonzáles Vigil, Arturo Ríos Ramírez, Cronwell Jara Jiménez, Delfina Paredes y Ana Luisa Ríos.

Y desde distintos pueblos y ciudades de la selva alta y baja, como Iquitos, Pucallpa, Moyobamba, Rioja, Yurimaguas, Juanjuí, Saposoa, una pléyade considerable de escritores y artistas amazónicos que se trasladaron a la ciudad de las palmeras para participar de estos eventos.

Han sido certámenes valiosos y enriquecedores por la integración de autores y artistas provenientes de distintos departamentos y provincias amazónicas.

Pero, además, conjuncionados todos por el anhelo de fortalecer una cultura con identidad, proyección y trascendencia, imperando en todo momento un espíritu de camaradería y fraternidad realmente proverbiales.

2. De extraordinario
y fecundo valor

Valiosas además estas iniciativas, por la conjunción de esfuerzos de diversas entidades, por el entusiasmo de niños y jóvenes participantes en los talleres de capacitación en narrativa, teatro e historietas. a cargo de connotados especialistas; así como por las actividades de animación a la lectura. Y por los temas desarrollados en conferencias, presentaciones de libros y otras actividades afines.

En este contexto me correspondió desarrollar la conferencia: “Literatura infantil amazónica, a partir de la obra de Francisco Izquierdo Ríos”, que junto con las demás ponencias sirvieron de base para la reflexión y el interesante debate posterior.

Este se suscitó bajo el lema de “cómo universalizar la cultura amazónica y cómo amazonizar la cultura universal”, frase acuñada por Roger Rumrrill y verdadero reto y estrategia para forjar lo nuestro y asimilar a su vez el aporte de la civilización, en aras de construir aquí un mundo mejor.

Y es que cabe reconocer, en primer lugar, que existe una rica y profusa literatura amazónica, oral y escrita, de extraordinario y fecundo valor, pero diseminada y escondida, que merece y es necesario conocer, valorar y proyectar a niveles cualitativamente superiores.

3. Más capacidad
de sublevar

Literatura que sirva para el cambio y transformación anhelados en esta región desde hace siglos, de narradores destacados como Arturo Hernández, César Calvo, Róger Rumrrill, Humberto del Águila, Paco Bardales, Werner Bartra Padilla. De poetas señeros como Luis Hernán Ramírez, Javier Dávila Durand, Jorge Nájar, Ana Varela, Alfredo Pérez Alencart.

De escritores de obra copiosa en la literatura infantil como Francisco Izquierdo Ríos, Orlando Casanova, Germán Lequerica, Arnaldo Panaifo. Luis Salazar Orsi, Boris González, Luis Alberto Vásquez, Raúl del Águila, Arturo Ríos Ramírez, Marden Gonzáles Gómez, Roldán del Águila.

Los mismos que merecen ser más leídos y mejor apreciados. Y su obra servir para inspirar las grandes obras y cambios que la Amazonía anhela concretar en el presente y el futuro.

Mientras se producía el debate acerca de la universalización de la literatura amazónica y la amazonización de la cultura universal, yo anotaba como reflexiones personales mías:

Menos descripción y más síntesis, menos anécdota y más esencia, menos preciosismo y más capacidad de sublevar.

4. Afianzando lo acertado

También:

Plasmar la cosmovisión de las culturas nativas, avanzar en la exploración de ideas originarias con capacidad de transformación, sencillez y luminosidad en el lenguaje, captación de un pensamiento holístico inmanente y trascendente.

A su vez, desde un pensamiento amazónico, acendrar la calidad de la obra literaria consolidando una estructura vigorosa en todo texto que se elabore, un estilo llano y fluido, con más filosofía de vida, con menos localismo y más totalidad.

Pero, además: es hora de elaborar y editar panoramas exhaustivos por géneros y temas, recogiendo lo mejor de la literatura de cada departamento, provincia y localidad, en ediciones antológicas que alcancen a llegar a instituciones culturales y educativas, siendo importante conocer toda expresión lograda en narrativa, poesía, ensayo.

Es importante hacer este balance vivo y tangible que permita que los futuros creadores y lectores en general, tengan mediante estas muestras, puntos de referencia para producir superando lo ya hecho y logrado, descartando lo defectuoso y afianzando lo acertado.

5. Viniendo detrás de mí

Pude presentar también en esta oportunidad mi obra “En noches de luna, en torno a la hoguera”, de fondo y forma, como de cuerpo y alma totalmente amazónicos.

Y es que yo viví un año en la Amazonía, en 1968, que fue como si viviera milenios, suficiente como para llevarla en el alma toda la vida.

Fue a tal punto su impacto que permanecí muchos años subyugado, embrujado y avasallado por el hechizo de la Amazonía.

Pese a que huía para librarme de sus recuerdos, imágenes y sobre todo su honda fragancia, habitando urbes y ciudades disímiles a fin de escapar de su sojuzgamiento.

Pero, en el momento más inesperado inconscientemente volvía a deambular por en medio de sus bosques, lagunas y ríos. Y a hundirme preso en sus aguas fantasmales.

Tanto era así que una vez, cruzando la Plaza San Martín de Lima, al pasar por en medio de la gente, presuroso y agitado, una señora me detuvo, entre la multitud que por allí camina.

Ella incluso ya había pasado, pero regresó y viniendo detrás de mí me cogió del brazo, diciéndome:

6. ¡Ah!

–Dije yo

– Joven, disculpe, pero quiero preguntarle: ¿usted ha estado en la Amazonía, no?

Me impetró de esta forma, mirándome de frente a los ojos con su rostro expectante.

– Sí, señora. ¿Por qué lo sabe y me pregunta?

– Por su mirada. Porque tiene la misma mirada con que regresó mi marido, después de servir en un puesto policial de la selva. Regresó con esa mirada que usted tiene.

– ¡Ah! –Dije yo.

Y como evocando, perdida en sus recuerdos, prosiguió:

– Nunca más pude retenerlo. Tuvo que dejarme y él volverse a ese infierno que no conozco y que es la selva. Estaba embrujado, loco, enajenado. Pobrecito, ¡con quién y cómo estará!

– ¡Ah! –Dije yo–. ¿Y hace varios años?

7. Siendo yo

un cautivo

– Sí, señor. De eso hace varios años. Lo perdí para siempre. Y nunca más lo he vuelto a ver, como si hubiera sido devorado por una serpiente o una boa. ¡Cuídese, señor! –Me dijo, palmeándome el hombro. Y desapareció.

Lo que expresó era un diagnóstico exacto de lo que a mí me ocurría desde hacía años. Era una mujer joven y bien parecida, pero pudo más la selva para quien era su esposo.

Tuve que admitir lo que ella me hizo notar. Reflejó todo el embrujo en el cual yo estaba sumido y atrapado. Me dio un diagnóstico certero de mi padecimiento. Estaba siendo devorado por la serpiente o la boa.

Y esa interpelación fue el inicio para sanarme. A partir de entonces yo sabía y era consciente del encantamiento que sobrellevaba.

¿Cuánto tiempo había pasado siendo yo un cautivo? ¡Quince años!

Ese fue el punto de partida para tratar de curarme y uno de los pasos para esa salvación fue escribir el libro “En noches de luna, en torno a la hoguera”.

8. Himno
auroral

La Amazonía es el mundo que recrean estos relatos que no sólo es una realidad sino un universo y hasta un cosmos.

Región honda e incandescente, que nombrarla es como decir mundo primero, luz y agua primigenias.

Himno auroral así como también –y lamentablemente– es tragedia que se olvida, devastación impune y drama secular.

En la Amazonía perteneciente al Perú, actualmente viven aproximadamente tres millones de habitantes, de los cuales cerca de un millón doscientos mil son agricultores.

Gran parte de ellos son ribereños, con tasas de ingreso individuales que figuran entre los más bajos del Perú, que de por sí son escalas deficitarias, con índices alimenticios que los condenan al hambre crónico.

9. Porque
el hombre

A ello se suma una catástrofe periódica, cual es la inundación del río Amazonas, la serpiente cósmica, que antes era benéfica porque se trataba de un ciclo estacionario perfectamente concatenado al orden vital del hombre.

Siendo así producía bonanza, riqueza y bienestar, debido a que todo estaba acompasado en una perfecta armonía entre la vida y la naturaleza.

Ahora no, las inundaciones cíclicas de los ríos en el llano amazónico son devastadoras, causando muertes, hambruna, destrozos y desolación.

Y es porque el hombre ha dado las espaldas y ha cerrado los ojos frente al universo natural para dejarse influenciar por modelos de desarrollo extraños a nuestra realidad.

Es porque el hombre se ha sometido al influjo de las tecnologías hegemónicas y rendirse frente a la cultura mediática audiovisual.

10. Por entre
su follaje alucinado

De allí que en el vínculo que podemos establecer actualmente con la Amazonía se combina la maravilla y el horror, la fascinación y el escándalo.

Por un lado la reverencia hacia lo pródigo y, por otro, la indignación por el desprecio a que ha sido sometida esta región, acorralada por el instinto de rapiña de un modelo económico extractivo que saquea sus riquezas y explota inmisericorde al hombre.

Escribo con plena emoción estas líneas por el hecho de haber vivido en esa región bebiendo la gota más exquisita, como también la más amarga, de su licor fuerte y bravío.

Habiendo ingresado con una canoa por entre su follaje alucinado, habiendo navegado en una lancha fantasmagórica por esa noche original que sólo se da en los ríos milenarios de la selva.

11. En las vertientes
primeras

Contemplando un amanecer estupefacto, luego de sobrevivir a un remolino que cubría de banda a banda el gigantesco río Ucayali.

Envueltos en una honda explosión de neblinas, tantas que parecían el orto de la creación.

Asombrados de ver cómo el río, ¡qué bien sabía yo cuál era su curso!– se deslizaba ahora en sentido contrario e inverso, y todo esto porque lo surcaba una mijanada de peces.

Cardumen tan grande que demoraba horas de horas en su desfile interminable, haciendo rebrillar la superficie de su lomo, de por sí ya iridiscente, y que subían en una marejada que abarcaba todo lo ancho del río.

Y hacían ese tramonto en longitud inextinguible a desovar en las vertientes primeras, cambiando así de sentido el curso de las olas, de manera que parecía, ante nuestros ojos estupefactos, que las aguas corrían hacia arriba.

12. Entre el naufragio
y la esperanza

Ante tales acontecimientos son tantas las preguntas, inquietudes y ansiedades que se formulan, que se quisiera traspasar la muralla de los bosques y la superficie espejeante de las aguas de sus ríos y lagunas.

Como también ingresar a cada choza de los nativos para establecer conversaciones y conocer cada uno de los elementos de ese universo.

Sobre todo, deambular por los pueblos que se enfilan como rosario al borde de los caudales de agua.

De allí que yo anduve buscando, además de pláticas con la gente, todo vestigio que pudiera dar pábulo a mis preguntas y averiguaciones.

De toda esa indagación y esa experiencia es producto este libro escrito entre la paz y el delirio, entre el naufragio y la esperanza, entre la vida y la muerte más inminentes.

13. Creí
mi deber

Las historias que narro en “En noches de luna, en torno a la hoguera”, pertenecen en gran parte a la tradición cultural de la amazonia.

Los temas que los sustentan fueron recogidos en versión oral de los pobladores del Ucayali, oídas de labios de ancianos que venían de noche a sentarse en torno a la hoguera en una casa de nativos.

Otras veces fueron escuchadas en la balsa o en la canoa en esas horas de silencio cuando navegamos desde la noche primordial al amanecer atónito e insondable.

Creí mi deber plasmarlas por escrito porque las consideré bellas y plenas de significado.

Tal vez haya otras versiones de estos mismos relatos en el Perú o en otras partes de América, pues en el folklore hay una mutua influencia entre los pueblos; y las mismas expresiones culturales se repiten en distintas partes del mundo, aunque en cada caso con componentes propios de cada región.

14. Ser
nosotro mismos

Sin embargo, hasta ahora ni he escuchado ni he leído en otras fuentes lo que aquí yo presento.

El propósito de mi tarea ha sido recrear el folklore literario de un pueblo extraordinario para ofrecerlo a los niños y jóvenes.

Y lo hago en una versión escrita y moderna con la esperanza que así iremos sustituyendo cuentos que nos son ajenos y que pese a su extrañeza son sin embargo aquellos que aprendemos desde niños.

Mi pretensión con ello es contribuir a forjar la identidad cultural de nuestro pueblo, sumarme al afán de perseguir y encontrar el rastro de nuestro origen, la huella y el pulso de nuestra historia.

Porque creo que es un honroso destino y un deber ineludible de un escritor en el Perú de hoy, reencontrar las raíces culturales de nuestro ser, ahondando en sus significados.

Así como rescatar para la literatura nuestros mitos, leyendas y relatos populares, como la interpretación del mundo que han dado nuestros antepasados, resaltando así la memoria de sus luchas y revitalizando sus más caros anhelos.

15. Oralidad,
identidad y autonomía

Respecto a esta obra opina Manuel Pantigoso:

La presencia de la oralidad y de la identidad son dos valores básicos en esta obra de Danilo Sánchez Lihón.

A través de la oralidad recogida por el autor y traducida en la expresión escrita se devela la identidad del autor –que se busca asimismo en su trabajo de recreación literaria– pero también se fomenta la búsqueda de la identidad del lector que, como hemos dicho, ha de ir al encuentro de sí mismo, en la exploración o en la construcción de su propio ser.

Finalmente, el camino hacia la identidad se procesará en el pueblo mismo, en el selvático y en el nacional en su conjunto, a través de sus mitos y leyendas en los cuales ese pueblo se reconoce y se recrea.

Este concepto de la identidad vinculado directamente con la creatividad expresa esa posibilidad de desarrollar vivencias para que luego, con absoluta libertad y autonomía, la propia conciencia estructure su peculiar manera de hacer, sentir y pensar.

16. Hermosa,
digna y trascendente

Eduardo Urdanivia, a su vez, expresa:

El libro “En noches de luna en torno a la hoguera” de Danilo Sánchez Lihón es, pues, literatura didáctica porque busca enseñar al lector algunos modos de ser distintos al suyo.

Es literatura moralista, porque trasmite valores que la moral imperante en nuestra sociedad no considera como metas normativas del comportamiento.

Es literatura en el sentido más puro del término, pues el manejo del lenguaje transparenta al escritor seguro de su oficio, al poeta que es Danilo; y también, es literatura que se desliza libre y segura por las vertientes del folclore.

Cumple, pues, tan variadas funciones que bien puede decirse que el libro de Danilo es una buena muestra de aquella literatura que aspira a enseñar deleitando.

Por eso, gracias, Danilo, por acercar el mundo de la Amazonía hacia nosotros; gracias por permitirnos pensar y vivir el Perú cada vez con mayor amplitud y hondura; y gracias por tu palabra siempre tan hermosa, digna y trascendente.

17. Verdadero
reto

Y en el Acta del Jurado del Premio Casa de las Américas figura, respecto a esta obra, el siguiente comentario:

Sea una obra de cuentos con excelente factura o relatos de basamento tradicional, lo cierto es que el libro “En noches de luna en torno a la hoguera” de Danilo Sánchez Lihón, está comprendido en el género de la literatura para niños y jóvenes, aunque la bondad del libro y su calidad narrativa lo convierten en un libro para todas las edades, lo cual es el verdadero reto de la literatura infantil.

La obra así, es un material valioso, en donde hay un buen uso del lenguaje y recreación maravillosa de las leyendas, en donde la poesía recorre todas las páginas y se devela parte de una zona no solo desconocida sino marginada de América.

Además del tratamiento literario de las historias narradas, la originalidad y proyección de la obra no exenta de una fructífera investigación sobre el tema amazónico, es valiosa y necesaria.

18. Presintiendo
nuestro destino

De ese mundo, el de la Amazonía, hondo y transparente, trata el presente libro “En noches de luna en torno a la hoguera”, que escribí como un acto de fe en dicho pueblo, que es irrenunciablemente nuestro.

Allí conjuncioné al mundo de nube y piedra en el cual nací y me crié, como es Santiago de Chuco, y al de calle y fuego en el cual me forjé, éste de agua y estrella en el cual se quedó trémulo y extasiado mi pobre y extenuado corazón, como es Contamana, y la Amazonía en general.

Porque en este mundo también viví, a tientas y asombrado, como son y dan testimonio estos relatos hilvanados en la hora y deshora supremas, a los cuales me he referido y que están publicados ahora por ediciones Altazor.

Allí es donde es fácil también presentir el destino que todos juntos, es obligatorio que tenemos que juramos alcanzar.

AMAZONÍA, DESTINO Y PROMISIÓN - PLAN LECTOR: LITERATURA PARA FORJAR UN MUNDO MEJOR
Autor; Danilo Sánchez Lihón


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miércoles, 15 de agosto de 2012

martes, 14 de agosto de 2012

Conclusiones del II ENCUENTRO NACIONAL DE LA LITERATURA AMAZÓNICA “LUIS HERNÁN RAMÍREZ” Y V FERIA DEL LIBRO “HILDEBRANDO GARCÍA VELASQUEZ”





DECLARACIÓN



 Las y los participantes del II ENCUENTRO NACIONAL DE LITERATURA AMAZÓNICA “LUIS HERNÁN RAMÍREZ” Y la V FERIA DEL LIBRO “Hildebrando García Velásquez, desarrollado del 9 al 12 de agosto del 2012, en la ciudad de Tarapoto.

CONCLUIMOS QUE:

• Existe creación literaria en la Amazonía y tenemos elementos y características que nos definen: culturas propias que nos anteceden, intercambios humanos que nos fortalecen, experiencias personales y sociales que nos hacen únicos y una fenomenología amazónica propia que nos enriquece.

• Lo que falta es mejorar la producción, difundir las obras, conocer técnicas para la universalización de nuestros trabajos en el manejo y construcción de la palabra.

• Es necesario un plan de marketing para la difusión de la producción artística amazónica.

• No basta tener el universo de conocimiento de la cultura amazónica, sino un abordaje científico de sus dimensiones, incluyendo el estudio de la estilística y las técnicas que servirán como referentes para la nueva creación.

• Dejemos que los especialistas literarios se encarguen de hacer saber qué estilo manejamos, y a nosotros los escritores nos queda crear.

• Compartir la experiencia dinámica que presenta la región San Martín con la articulación de los centros y promotores culturales de la sociedad civil organizada y el Gobiernos Regional y los gobiernos locales para promover un desarrollo integral de la Amazonía.

• Invitamos a las otras regiones amazónicas a ser parte del proceso de Amazonizar la cultura universal a través del desarrollo cultural.

POR LO TANTO:

DECLARAMOS:

• La necesidad de universalizar la cultura amazónica y amazonizar la cultura universal, en palabras de nuestro escritor Róger Rumrrill.

• La necesidad de la continuidad del Proyecto cultural como política cultural del Estado en las regiones amazónicas.

• Existe la necesidad de repensar la Amazonia a partir del pensamiento indígena, mestizo amazónico, amazónico urbano, inmigrantes bajo un verdadero diálogo intercultural.

• El reto de la literatura amazónica es generar una mirada interior que complemente su entorno y al mismo tiempo descubra las principales potencialidades del hombre y la naturaleza.

• La necesidad de recoger las diferentes literaturas orales para buscar la afirmación de las identidades amazónicas, en la búsqueda de la universalización de la literatura amazónica.

• La urgente necesidad de la creación del Plan Lector Regional Amazónico.

Tarapoto, 12 de agosto del 2012






































Presentación Libro Mascarones de Proa


















lunes, 13 de agosto de 2012