jueves, 27 de marzo de 2008






Gino Ceccarelli
"La selva, además de ser mágica, es erótica"

El artista plástico loretano Gino Ceccarelli (Iquitos, Perú, 1960) presentó su exposición individual “La creación” en el Museo Pedro de Osma del distrito de Barranco, en Lima. Esta muestra recrea en 18 obras de gran formato (incluyendo un políptico de 13 metros de ancho) los mitos fundadores de la creación del universo amazónico.
La luna masculina, la serpiente celeste que divide el cielo de la tierra, la madre selva, las almas convertidas en mariposas azules y la mujer como inicio de todo. "La creación", recrea con una notable imaginación visual el génesis amazónico, el origen del universo desde sus etnias primigenias.
Aquí la nota de prensa del Diario La República y la entrevis del Diario El Comercio del Perú:


Nota de prensa

Ceccarelli estudió en la Escuela de Bellas Artes de Lima, fué director del INC de Loreto y luego se echó a andar por el mundo durante quince años. Antes de esta muestra, ha expuesto solo dos veces en Lima, en el 2003 y 2006.
Sus lienzos están habitados por seres míticos, por personajes de la leyenda y mitología amazónicas. Está presente el gran río, la selva, el arco iris y, claro, el hombre y la mujer y "el Luna" y "la Sol".
"Recuerdo que llené las calles de París de chullachaquis, tunches, runamulas y yacumamas", refiere el artista.
Las pinturas de Ceccarelli intentan un viaje a los orígenes, a los tiempos inmemoriales a través del color y la figura humana. Por ejemplo, un cuadro recrea a una mujer abierta de piernas de cuyo pubis parece nacer un bosque de flores. La pintura lleva el título "La mujer ya existía antes de que Dios nazca" y no puede ser más elocuente.
"No es que yo sea antropólogo, pero para este trabajo hemos investigado, además, como soy charapa, mucho de la mitología amazónica lo sé por los relatos de mi abuela materna, doña Toribia Gómez Rengifo", afirma el artista.
"La selva es un espacio mágico a diferencia de la sierra, donde todo es sacralizado. Lo mágico, lo mítico de la selva está en la vida cotidiana", afirma el artista.
¿Esa alegría está en la pulsión erótica de tus cuadros? Por supuesto, y es que la selva, además de ser mágica, es erótica.

Entrevista




¿A quién escuchaba contar estos mitos cuando era niño?

¡Ah, a mi abuela Toribia! Ella me encandilaba con cuentos espantosos, terribles. Era su manera de arrullarme. Eso me quedó grabado, quizá por ello prevaleció más el lado amazónico de mi familia que el italiano. A partir de allí empecé a rebuscar e interpretar personajes míticos como el Chullachaqui o la Runamula. Ya cuando ingresé a Bellas Artes en Lima, utilicé eso como mi punto de partida al pintar o dibujar. ¡Hace 25 años que estoy atrapado por los duendes charapas!
¿Cuáles son los orígenes de los mitos que proyecta en su trabajo?



Dirigí cuatro años el INC de Loreto y tuve la oportunidad no solo de viajar, sino también de investigar muchísimo, además de conversar con la gente de pueblos y caseríos. Realmente, creo que tomo mitos de todas las etnias. Esta exposición recrea interpretaciones del origen del mundo de diversas etnias, la huitoto, la chayahuita, entre muchas otras. A diferencia de los mitos occidentales, en los que los personajes tienen muy claras estructuras psicológicas, en la Amazonía los mitos son muy dispersos y abiertos. Un duende, que puede ser bueno en el río Ucayali, en el Marañón resulta malévolo. Imagínate: hay 42 etnias en la Amazonía, 42 cosmogonías de la creación del universo. ¡Tendría que pintar millones de cuadros para interpretarlas! Son culturas enormes, riquísimas. Lástima que mucho de ello se esté perdiendo.
¿Y cómo aflora en las mitologías de la selva la sensualidad típica de sus pobladores?

Es enorme. La Amazonía es sensual. Desde la ventanilla del avión ya ves cómo la forma de los ríos te invita a la sensualidad. La exuberancia y sencillez de la mujer amazónica es signo de sensualidad. Hay una manera de vivir muy sensual que trato de reflejar en mi trabajo. En los Andes, por ejemplo, hay muchas cosas con alto nivel de sacralidad, los apus, el sol, la pachamama, los lagos. En la Amazonía eso no se da tanto, predomina más la magia. Hay una armonía con la naturaleza, claro, pero sin sacralizarla. Hay un magma mágico que se mueve tanto en las ciudades como en la selva, y que basta un poquito de sensibilidad para descubrirlo.
En los últimos años, es visible cómo pintores de origen amazónico han entrado al circuito limeño reflejando la sensibilidad e iconografía popular de la selva.
¿Se siente parte de ese movimiento?
Sí y no. Yo también he trabajado mitos urbanos y, por ejemplo, soy muy amigo de Christian Bendayán, quien me ha apoyado mucho en esta muestra. Pero yo trabajo más el tema ancestral, la cosmogonía amazónica.

OLEO: Warmilluvia, 1996 * óleo/tela * 162 x 114 cms - @Imagen. deartistas.com

http://www.amazoniamagica.com/

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