Comentario del nuevo libro de Arturo Ríos
Por Luis
Salazar Orsi
El moyobambino Arturo Ríos Ramírez nos presenta su segundo libro de relatos, Ajuste de cuentas (Altazor, octubre de 2013). Es su segunda obra literaria publicada. La primera fue De bellas y brujos (2000). Ambas obras fueron publicadas en Lima.
El autor ha afinado en estos últimos doce años su capacidad de
narrador, su pericia para elegir términos y palabras apropiadas para aquello
que desea expresar por escrito. La prosa de sus relatos es directa, fresca y
precisa. Sin embargo, esta fortaleza es al mismo tiempo el punto más débil del
estilo de Arturo Ríos, pues en algunos casos da la impresión de que los textos
han sido demasiado corregidos o vapuleados; la frescura se pierde entonces,
aunque se gana en precisión.
Ama encontrar el autor los instantes explosivos, singulares o claves
en la relación entre dos personas o, en general, entre los seres humanos. Ello
le permite una posición privilegiada de cronista impecable e implacable.
Sin duda el autor de De bellas y brujos (2000)
y Ajuste de cuentas (2013) es el mismo, pues en ambos libros podemos encontrar,
junto a textos diáfanos y precisos (Nuestro pequeño mundo, Guardabosques),
otros que apelan más bien a lo oculto o quizá enrevesado (Antonino el mago).
Una característica notable del libro es el empleo del lenguaje de la
calle, con abundancia de términos del tosco, agraciado y a veces brutal argot
de los jóvenes que protagonizan los relatos.
Uno de los textos más logrados, por los recursos estilísticos
tensados y anudados en un solo puño y al máximo, y por el desnudo testimonio
que expresa, es Guardabosques, relato que tiene asiento en la sección central
de la publicación. Un guardabosques moyobambino muere abaleado por sicarios
cómplices del tráfico ilegal de la madera, donde estaba involucrado no
solamente el jefe de la oficina forestal, sino todas las autoridades de la
localidad. El entorno del relato es el formidable marco natural de la
Cordillera azul, uno de los bancos genéticos más importantes de la selva
amazónica peruana. El guardabosques es acribillado a balazos, muere dejando una
mujer grávida, pero, al momento de perder la conciencia por los disparos
recibidos, se levanta hacia el espacio rodeado de mariposas multicolores que le
brotan de las manos y vuela sobre los castillos de luces que empiezan a
reventar en la plaza de armas de Moyobamba. Tanto el estilo del relato como el
asombroso final me recuerdan pasajes de la famosa novela El reino de este mundo
del cubano Alejo Carpentier.
Otro texto notable es Chicua, donde el autor desarrolla la
existencia —en el imaginario o conciencia colectiva de todo poblador amazónico—
de los yacurunas (“hombres del agua”), en esta ocasión localizados cerca del
puerto de Tahuishco, quizá el rincón más emblemático, bello, misterioso y
relevante de la ciudad de Moyobamba. Se encuentra presente en el relato El
vergel, un lugar (chacra, fundo o hacienda) que aún queda —ya remontado— en la
orilla del frente, cruzando el Mayo, y que fue sede, en buena parte de la
primera parte del siglo pasado, de un sinnúmero de hechos singulares y
circunstancias novelescas, puestos en letras de imprenta, en parte, por
Francisco Izquierdo Ríos. Arturo Ríos Ramírez, con este relato, continúa
aquella rica tradición literaria iniciada por Izquierdo, zaga que los actuales
escritores de Moyobamba aún no ha calibrado en su real dimensión y hacia la que
se muestran, más bien, muy indiferentes.
En Ajuste de cuentas el extremado barroquismo de la portada (exageración
del editor) no ayuda sino embota. A ello ha contribuido también el autor cuando
decidió colocar en el libro dos fotos suyas en vez de una: en la portada y en
la solapa. Bastaba una, o, como en algunos casos suele suceder —en libros de
creación literaria— mejor es ninguna foto y quizá, más bien, un buen apunte o tal
vez un dibujo original…
Mis congratulaciones por el nuevo libro. Agradezco al autor los
crónicas referidas a la realidad amazónica, donde tienen nido sus vivencias más
lejanas e íntimas, y donde la soltura del tema tratado es más evidente que en
otros textos del libro (El Wilson, Mi primera cita).
© Fotografías, Dirección Desconcentrada de Cultura de San Martín
Presentación del libro
https://www.facebook.com/DDC.SMA?ref=stream&hc_location=timeline
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1 comentario:
Gracioso el amigo Orsi. Crítica el diseño, haciendo él trabajos nada logrados. Los libros que edita no tienen siquiera depósito legal. Por ejemplo el último: "Memorias de un cazador".
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