Róger Rumrrill (Iquitos, 1939) ha desplegado a lo largo de toda su vida una verdadera cruzada para salvar y difundir el legado ancestral de las culturas amazónicas: su casa.La Amazonía Peruana: la última renta estratégica del Perú en el siglo XXI o la Tierra Prometida, fué presentada el 26 de junio en la cálida e histórica Casona de San Marcos.
Reproducimos el texto de poeta peruano Jorge Nájar de la contratapa del libro y las palabras e imagen del periodista Juan Ochoa, que expresan nuestro pensar y sentir sobre Roger Rumrrill y su maravillosa obra.
En ese eje se inscribe esta entrega que, a su vez, lo confirma como el escritor amazónico que más ha asediado la realidad en la que se hizo a la vida. Reflexionando desde la historia, el ensayo, la narración, el guión de cine, la poesía y el periodismo, sus asedios están habitados por un pensamiento lúcido y a la vez apasionado. Pionero en el análisis del narcotráfico, se palabra se ha convertido en la más autorizada en esa problemática que él comenzó a escudriñar desde los años setentas del siglo XX. ¿Cómo ha hecho para llevar a cabo esa enorme tarea? Hay que decirse que sin la sabiduría poética y la pasión que la rige, toda su vasta obra hubiera sido un imposible. En 1963 fundó, animó y dirigió el grupo cultural “Bubinzana”. Su obra poética nació madura en Magias y canciones (1971), se expandió en Axpikondiá (1972) y en Memorias desde un otoño (1975) su sentido de pertenencia al mundo amazónico se universaliza.
Entre sus libros de ensayos destacan Amazonía hoy, crónicas de emergencia (1973), Los condenados de la selva (1982), Narcotráfico y violencia política en la Amazonía (1984).
Dentro de su obra narrativa se ha convertido en substancial la lectura tanto de Vidas mágicas de tunchis y hechiceros, como El venado sagrado, verdaderos clásicos del género por la creación de personajes capaces de relacionarse con lo incógnito y de ser conocedores de los secretos de la naturaleza y de sus misterio.
En síntesis, el narrador, el poeta, el pensador, ha construido, descubierto o recreado, el espacio de vida, el hogar, el mundo, las territorialidades heterogéneas, múltiples y complejas en las que se mueven sus criaturas. En ese espacio se producen las relaciones sociales de la vida individual, familiar, institucional y social. La territorialidad es el mundo del sentido en el que el hombre está inmerso. El territorio, la casa, el lugar en el que se vive, es una interiorización del espacio concebido por el pensamiento. El interior de una casa, decía Gastón Bachelard, adquiere un sentido real o imaginario de intimidad, de secreto o de seguridad por las experiencias que parecen apropiadas para ese interior. Los personajes que habitan en ese espacio llegan a veces a sentirlo como embrujado, poseído por una fuerza cuya comprensión no les es accesible, y por lo mismo, unos llegan a sentirse ahí como en un hogar, otros como en una prisión.
Resultado de toda esa pasión analítica y creadora es La Amazonía Peruana: la última renta estratégica del Perú en el siglo XXI o la Tierra Prometida. Y claro, también en esta entrega hay que poner de relieve que toda su obra, desde sus títulos, está referida al universo del pueblo amazónico, su espacio, su tierra, su casa, su pensamiento. Pues bien, esa casa mental, le ha permitido deslindar un espacio concreto cuyos mecanismos históricos, psicológicos, económicos, políticos conoce a cabalidad. Y tanto el espacio como sus habitantes son todo un cosmos; el cosmos amazónico en el que los protagonistas han construido las lógicas indispensables para desarrollar sus existencias en este mundo tan particular y al mismo tiempo cada vez más globalizado.
Jorge Nájar
París, junio del 2008... De aquél joven e inquieto periodista y narrador de la selva, ha ascendido a ser el maestro de la palabra valerosa y la sonrisa siempre sincera y aún vital. Su pluma nos acercó al río, al hermano bora y al shimbillo. Nos enseñó a revalorar a nuestra hoja madre, la coca. Nos ayudó a leer mejor la sangrienta historia de la shiringa y a descifrar los colores de Yando y Amaringo. Su verbo nos hizo más amazónicos, más fraternos, más unidos a la guama del agua, más creyentes en yacumamas y tunchis, más orgullosamente indígenas y, por supuesto, más soberanamente peruanos. Sus libros son el puente mágico que, remontando los gélidos Andes, nos baja al valle caluroso, a la rupa rupa o a la omagua y nos deja, felices y extasiados, en el paraíso encontrado que es nuestra Amazonía. Gracias, Roger Rumrrill por seguir produciendo tanto Perú en tu palabra y tanto otorongo en tu visión de estudioso.
Amazónicamente, Juan Ochoa López
(autor del blogger http://www.amazoniaperuana.blogspot.com/)
@Fotografía: Juan Ochoa López
lunes, 30 de junio de 2008
Inolvidable presentación del último libro de Roger Rumrrill
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